sábado, octubre 30

La energia de los arboles

Cuando caminamos entre los árboles en un parque o un bosque, podemos llegar a sentir la energía que desprenden. Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento.Yo no soy Celta, pero siento algo muy parecido a lo anterior descrito.

Los árboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía vital y son portadores de los mensajes de la madre Tierra.

Existen cada vez más personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles. Al revés que con las personas que al abrazarlas podemos notar pérdidas de energía debido a factores emocionales, con un árbol siempre notaremos que nos carga, nunca que nos descarga.

No olvidemos que todo ser vivo es energía, y al igual que nosotros, los árboles tienen la suya propia, muchas veces entramos en sintonía y sentimos como fluye expresando nuestra sensación de bienestar, tranquilidad, serenidad, etc. Desde aquí queremos compartir la energía que te aporta cada árbol en concreto, porque cada uno tiene una característica, determinada por su especie, velocidad de crecimiento, entorno.

¿CÓMO CAPTAR LA ENERGÍA DE LOS ÁRBOLES?
La energía que emanan los árboles, al igual que la nuestra, es invisible al ojo físico, es lo que llamamos el aura, muy perceptible sensitivamente.

El árbol al igual que las personas está emitiendo vibraciones energéticas constantemente y son perfectamente asimilables por el ser humano, se pueden absorber y podemos beneficiarnos de sus efectos.

Existen dos formas fundamentales de captarla:

- A TRAVÉS DE LA EMANACIÓN ÁURICA DEL ÁRBOL
Su extensión es más o menos grande según las características de cada árbol y su situación ambiental. Bastará penetrar en su radio de acción. Este tipo de energía se absorbe con el simple hecho de pasear por un bosque, conscientemente podemos aumentar su captación regulando nuestra respiración a un ritmo tranquilo y algo profundo.

En la práctica, esto lo podemos hacer:

1.- Camina entre los árboles y escoge alguno que te llame la atención.

2.- Acércate a él, obsérvalo y capta su energía, no trates de analizarlo mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo siente su tono vibratorio.

3.- Tócalo al mismo tiempo que cierras los ojos, con tu mano izquierda. Reconoce su fuerza y su influencia en el entorno. Observa si es un árbol solitario o un pastor de árboles que tiene influencia sobre el colectivo. Capta si su energía es curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o si es imponente en todo ese territorio o de cualquier otro tipo. Acepta esa energía sin más y pregúntate si deseas recargarte a ti mismo con esa fuerza.

4.- Establece contacto con la energía del árbol mediante tu corazón energético. Vacía tu ruido interno, fluye en el amor y escucha al árbol. Capta su espíritu. Preséntate con tu nombre y entra en un espacio donde la comunicación es energética y no sonora. Puedes pedir consejo sobre cualquier situación que necesites, cargarte de energía, relajarte o aceptar su sabiduría.

5.- Escuchala en tu corazón, da las gracias, levántate y despídete poniendo tu mano derecha sobre su tronco.

- EN CONTACTO DIRECTO CON EL ÁRBOL
Utilizando las manos:
A través de ellas podemos realizar una captación más consciente, son una zona muy sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la palma existen varios puntos de entrada y salida de energía. La posición más conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en el sentido que las presenta el árbol.

Utilizando la espalda:
La parte central de la espalda, recorriendo la columna vertebral, se encuentra el canal energético principal del cuerpo. Apoyando esta zona en el tronco del árbol absorberemos la energía que emana.

Desde la antigüedad ya se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y exclusivo, según a la clase que pertenezca.

En ocasiones podemos buscar la fuerza del árbol para mitigar el dolor de una enfermedad, para superar las preocupaciones o simplemente para conseguir alcanzar nuestro propio equilibrio. Este intercambio energético no afecta negativamente al árbol, ya que este las transmite a la Madre Tierra y esta las transmuta completamente.

En las técnicas orientales, como el chi-kung, hay una postura que se llama “abrazar el árbol” Esta posición estática alinea todos los huesos del modo más eficaz posible.

Shakyamuni el Buddha se iluminó bajo una higuera. El maestro Jesús estuvo en el monte de los olivos. A los cátaros les gustaban las acacias. Los Druidas preferían la fuerza masculina del roble para usar su sabiduría. Los jóvenes enamorados buscaban el tilo para confiar sus intimidades amorosas porque representaba el vigor de Venus. De cualquier modo existen diferentes clases de árboles y es un ejercicio interesante conocer las diferentes energías que fluyen a través de ellos. Una buena forma de hacerlo es abrazándolos al mismo tiempo que nos hacemos uno con él.

CUALIDADES ENERGÉTICAS DE ALGUNOS DE NUESTROS ÁRBOLES:
La Encina y el alcornoque
La encina y el alcornoque son primos hermanos de la misma especie, son los árboles de la potencia, su aspecto firme y algo áspero nos muestran un carácter firme y seguro.

Son árboles robustos, fuertes y protectores con grandes cualidades energéticas. Buenos amigos a los que acudir cuando se está en baja forma física o en situaciones de bajo estado de ánimo, ansiedad o inseguridad ya que su energía nos ayuda a transformarlos en actitudes más positivas y seguras.

Por ello te propongo que te acerques a un buen ejemplar, lo abarques con tus brazos, te fundas con él y luego te relajes sentado a sus pies y dejes fluir su fuerza.

El olivo
La energía del olivo es altamente beneficiosa. Al acercarte a un buen ejemplar notarás una sensación de paz y serenidad. El olivo es sabio, viejo y amigable y brinda al que se le acerca un apoyo incondicional.

Al sentarnos y recostarnos en su tronco su contenido energético ira traspasándose lentamente a su cuerpo, este incide en 6 de los centros vitales más importantes que posee el ser humano, estos centros son los principales reguladores y alimentadores de toda nuestra estructura energética, pero donde posiblemente notará más su efecto es en el 4º de ellos, situado a la altura del pecho, sintiendo la necesidad de respirar profundamente y proporcionándole una sensación de bienestar.

El olivo alimenta los circuitos mentales, permitiendo que estos se equilibren y recuperen un ritmo natural.


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Anita Almarza
Terapeuta Reiki Master Usui
Terapia de EFT (Emotional Freedom Techniques)
Tecnica de liberacion emocional
Yo comprometo mi corazón y mis manos para la sanación de todo SER. Pongo amorosamente a disposición la aplicación de terapia alternativa de sanaciòn REIKI

¸.•*´¨`*•.¸¸.•*¨*•.¸¸Nam Myoho Renge Kyo´¨`*•.¸¸.•*¨*•.¸¸.•*´¨ `*
http://anitaalmarza.blogspot.com/
http://anita-almarza.blogspot.com/

REIKI es una antigua forma de sanacion desarrollada en Japon por Mikao Usui Sensei y trata sobre "El Arte de Sanar" a todos los niveles: fisico, mental y espiritual a traves de mis manos. A traves del Reiki se le recuerda al alma su verdadera esencia, produciendo cambios en la estructura quimica del cuerpo, en la regeneracion, de huesos, organos y tejidos y elimina del campo energetico los pensamientos y sentimientos que han originado el desequilibrio, restituyendo la fuerza autocurativa del cuerpo, la confianza en la vida y la alegria

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LA PALABRA Vs PROSPERIDAD = MANTRA

La palabra es poderosa, sirve para conjugar con los pensamientos y la acción, atraer a tu vida lo que quieras, por eso si no eres conciente de lo que dices, haces o piensas en vez de prosperidad puedes atraer confusión o desorden energético, lo que se traduce en experiencias que no te hacen sentir bien.

Para eso sirven los mantras, para lograr el silencio interior que te permite activar las energías positivas a tu alrededor y una circulación sana de la que te rodea. Al igual que con los elementos del Feng Shui que no necesariamente tienen que ser chinos, lo mantras no es obligado que estén en lengua extranjera, puede ser cualquier palabra o conjunto de ellas que te hagan sentir Bien-Estar (Buddha, Dios, Amor, Shakyamuni, Jesús, riqueza, afirmaciones, refuerzos positivos, rezos, etc...) porque la energía la movemos nosotros, la atraemos nosotros... como todo es nuestra responsabilidad. Dice el Feng Shui que cuando entras a un espacio penetra contigo la energía de la prosperidad y las reacciones que tienes dentro de dicho espacio mueven las del amor. Por eso recomienda siempre entrar a casa de buen humor... si cuando llegas a la puerta principal no lo estás, pronunciar un mantra, respirar o tener recuerdos agradables puede ayudarte a cambiar y así colaborar con la armonía en tu hogar (también funciona para la oficina o cualquier otro sitio).

Es importante que cuando escojas un mantra te sientas a gusto con el, te "suene" bien y te haga sentir sensaciones agradables. Recuerda que para que sean realmente purificantes y efectivos debes repetirlos muchas veces, ideal ciento ocho veces, pero si eso te fastidia o incomoda debes suspender el ritual de inmediato.

Escoge tu propio mantra y disfruta de sus beneficios...
NAM MYOHO RENGE KYO / OM NAMASHI BAYA / OM SHANTI / OM / NAMASTE / ANA IHU / Armonia para tu vida / Paz para tu corazón / Prosperidad para ti

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La figura del Maestro

Hoy en día se hace difícil encontrar verdaderos maestros. La mayoría de personas que se hacen llamar “maestros de Reiki” sólo son personas que han realizado los cuatro niveles y han pagado el dinero que cuesta cada uno de los cursos, y con suerte, han practicado todo lo que han aprendido en estos cursos. Esta es la única garantía que tenemos hoy en día del título de “maestro de Reiki”. Como te puedes imaginar, con todo esto no basta para alcanzar una verdadera maestría. Es necesario años de práctica, tanto con uno mismo cultivando el espíritu, como practicando con otras personas a nivel terapéutico o docente.

Esencialmente el Reiki tiene dos vertientes: el Reiki como Camino de Crecimiento y el Reiki como Camino de Sanación. Por supuesto las dos están íntimamente relacionadas. El Sensei Mikao Usui era de la primera vertiente, él utilizaba y enseñaba Reiki como un camino de crecimiento para llegar a la Iluminación o al Satori. Cuando en su camino se encontraba a un enfermo, le ponía las manos un rato allí donde le dolía, la persona sanaba y el seguía su camino. El grupo de maestros que creó Usui, la Gakkai, trabajaban principalmente la meditación combinada con Reiki, la recitación de los principios y se sintonizaban entre ellos.

Probablemente fue el Maestro Hayashi quien vistió el Reiki como técnica de sanación. Él fue el primero en fundar una clínica Reiki, el primero en poner a la gente en camillas, o en su equivalente de la época, y en desarrollar las posiciones de las manos que conocemos hoy en día. En su clínica atendió a un gran número de personas y ello le dotó de una gran experiencia como sanador, lo que le llevó a encaminar Reiki en esa dirección. Recordemos que Hawayo Takata, quien llevó el Reiki a occidente, aprendió el sistema directamente de Hayashi. Por lo tanto, aquí en occidente, en un primer lugar, el Reiki se enfocó como un sistema de sanación. Cuando tuvimos acceso a los sistemas de Reiki Tradicional Japonés, que más o menos fue a partir del año 1999, empezamos a ver otras técnicas de Reiki no enfocadas a la sanación terapéutica, sino enfocadas al crecimiento personal, el desarrollo evolutivo.

Con todo esto quiero decir que en nuestro interior podemos encontrar una sanadora, un maestro, o un poco de ambas cosas. Quizá simplemente una persona curiosa que disfruta entrando en contacto con la Energía Universal. Por lo tanto, tenemos que saber ver donde está nuestro lugar, que es lo que se nos da bien hacer y que no. Y una vez lo hemos averiguado, no perder el tiempo en aquello para lo que no tenemos verdaderas aptitudes, sino dedicar nuestra energía a desarrollar aquello que se nos da bien, nos gusta y probablemente aquello que nos hará felices.

Hoy en día, dentro de algunos sectores del Reiki, hay como una especie de obsesión por los títulos y por el linaje. Que si yo me he formado con el maestro tal o con el maestro japonés cual. Que si mi linaje es más directo y más puro, que si yo transmito la línea buena, etc. También sucede esto con los diferentes sistemas, si no has hecho cursos de diferentes sistemas parece que no tengas ni idea y no seas nadie. Evidentemente, formarse con diferentes maestros es muy bueno, nos ayuda a tener diferentes puntos de vista. También, tener la suerte de hacer un curso con un maestro japonés de renombre tiene que ser una experiencia muy enriquecedora. Conocer otros sistemas de Reiki nos puede ayudar a descubrir otras maneras de utilizar el Reiki, otros símbolos, técnicas, etc. Pero todo esto lo podemos comprar con dinero.

Resulta mucho más fácil pagar un dinero para hacer cursos que llevar una vida dedicada a la práctica. Buscar auténticamente el equilibrio interior, con todo lo que esto conlleva, ya que no es nada fácil. Muchas veces nos da miedo porque hacerlo significa adentrarse en lo desconocido, enfrentarnos a nuestros miedos, mirar allí donde normalmente no queremos mirar. Trabajarnos nuestro Karma y abandonar la persona que creíamos que éramos pera descubrir finalmente nuestra auténtica naturaleza. Reflexiona un poco sobre todo esto.

En oriente tienen un dicho: “el que enseña y el enseñado hacen juntos la enseñanza”. Esto en Reiki es totalmente cierto, ya que se aprende tanto dando un curso como recibiéndolo. Para que un curso cobre vida tiene que haber una transmisión de energía en los dos sentidos. Si el maestro solo habla y habla no crea un espacio para que la sabiduría de sus alumnos aflore. Y así el curso no tiene la calidad que podría tener ni tampoco el grado transformador que puede tener un curso de Reiki. Tanto para el alumno como para el maestro.

Ser maestro de Reiki no significa ser mejor que nadie, es muy habitual que este título se nos suba a la cabeza. En el fondo todos somos seres de luz maravillosos teniendo una experiencia en el mundo material, y que, algún día, retornaremos a la Fuente de donde venimos. Cuando encuentras tu verdadera esencia, estas palabras dejan de ser una creencia y se convierten un una experiencia, y empiezas a ser capaz de sentir la Vida que lo anima todo, y no sólo dentro de ti sino también en los demás. Y un día te sorprendes emocionándote al sentir la serena presencia de un árbol o una montaña. Descubres el mundo que hay más allá de la materia y la forma.

Aprende a ser un maestro del Silencio, de la Humildad, del Amor Incondicional y de la Paz Interior, entonces sí que te podrán llamar Maestro.

“Hasta la diosa del aprendizaje tiene cosas que aprender. Debemos hacer una búsqueda sincera del conocimiento. Los grandes científicos no son grandes, incluso los grandes médicos no son grandes, los resucitados tampoco son grandes, aquél que conoce su verdadero Yo y su naturaleza es el más grande.”

Brahmanand Swamigal

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El Poder del Mantra

La repetición de palabras en voz alta, susurradas, cantadas o recitadas, corresponde a una técnica común en quienes practican yoga y en general en la población practicante de religiones como la budista y la hinduista. El trabajo con ellas es muy beneficioso para liberar la mente de todo lo que la confunde y alborota diariamente.

Puede ser una sílaba, una palabra, una frase e incluso una oración. Así puede estar compuesto un mantra, palabra que proviene de los vocablos en sánscrito man que significa mente y tra, que quiere decir liberación. Entonces, es esta liberación mental la que puede traer muchos beneficios si se practica en forma adecuada y siempre abierto a la recepción.

Los mantras son conocidos desde los tiempos védicos y hasta el día de hoy son utilizados en el mundo para de alguna forma, proyectar ideas, pensamientos y elementos que parecen tan simples y complejos a la vez como aquietar la mente y protegerla del bombardeo de información y pensamientos repetitivos al que todos estamos cada día más expuestos.

Algunas de estas ideas fueron expuestas por la instructora india especializada en meditación Raja Yoga – Sivagangai V.K. – quien asistió al pasado Congreso Internacional de Medicina Ayurveda realizado en Santiago a comienzos de este año justamente para hablar acerca del poder de los mantras.

En su ponencia, la instructora comentó que cada letra – en sánscrito – pertenece “al primer lenguaje del mundo” y son esas estructuras las que luego le darán un significado al sonido, el que finalmente será proyectado por la persona hacia el exterior.

Por otro lado, la instructora de Kundalini Yoga del centro Yoga Dharani, Hardyal Kaur (Andrea Ramírez), menciona que estos sonidos “que protegen a la mente de sí misma” producen “efectos específicos en el estado de la mente”, pues tal como lo indica, “la vibración puede afectar la materia”.

De este modo, sentencia que los mantras afectan principalmente a la psique e incluso inciden en los centros energéticos (chakras), que es por donde circula el prana o energía vital.

En relación a lo que provocan los mantras, Sivagangai V.K. explicó durante su charla que la mejor manera de practicar con ellos es “decirlos en voz alta, pero en forma suave”, pues la idea es que el sonido debe ser escuchado y finalmente causar una impresión. “La mente se cansa y por eso practicar meditación con mantras nos permite acoger sentimientos de quietud y felicidad”, sentenció.


Durante su intervención en el congreso, Sivagangai V.K. comentó además que el nombre que cada uno de nosotros posee puede ser considerado como nuestro primer mantra y que al momento de morir, éste “se iría”. Por eso resaltó la importancia y el valor que todos debemos dar a la forma en cómo nos llaman.

Hardyal Kaur dice en tanto que “primero es la palabra y es ésta la que manifiesta”, por lo tanto y con relación al nombre dice que “tiene que ver con manifestar un estado o una cualidad. El sonido finalmente es como un vehículo que puede llevarte a ese estado”, sentencia.

En esta misma línea afirma que al momento de decir o manifestar un mantra, se genera el estado que ellos quieren de alguna forma transmitir y si bien esto no puede ser traducido en forma literal, sí puede hacer conexión con las personas a través de símbolos o la intención que se ponga en ellos.

Con respecto a esto, la instructora de Dharani menciona que esta capacidad de conectar a la persona sin que tenga que detenerse a pensar en su significado, sería una de las cualidades que poseen estas palabras. “Por ejemplo, si uno repite ONG, de repente entra en contacto con un impulso que en este caso tiene que ver con la fuerza creativa”, explica.

El mantra y sus beneficios

La correcta pronunciación de los mantras puede ser muy significativa en la contribución hacia estados de, por ejemplo, salud. Tanta es la relevancia en cuanto a la articulación del sonido y pronunciación de las palabras, que Sivagangai V.K. subrayó la idea de que “a veces, si el mantra es mal recitado, puede causar complicaciones” y es por eso que aconsejó que siempre sea alguien especializado en ellos quien los revele y enseñe.
Por su parte, Hardyal Kaur dice que la pronunciación de los mantras afectará nuestro organismo y por eso es tan importante su buena ejecución. “Cuando el sonido se pronuncia correcto, se van a estimular determinadas partes del cuerpo”, comenta la instructora quien además agrega que son tan efectivos que incluso pueden “cambiar patrones a nivel mental”.

Con respecto a esto, la instructora afirma que al repetirlos, la persona va entrando en su conciencia haciendo suyos estados de, por ejemplo, prosperidad, sanación, vitalidad, confianza y contención, este último es el caso del mantra Gobinda.

“Ese mantra te va trayendo la experiencia del sostén y por lo tanto, se va generando esa experiencia de poder confiar en el mundo, en la vida. Uno lo va sintiendo y a través de la vibración se entra en ese lugar de la mente que reconoce y acepta que hay un espacio que tiene que ver con eso”, asegura.

Otro de los mantras destacados por Hardyal Kaur es aquel que dice Har Haré Haree, que según sus palabras “tienen que ver con aterrizar las cosas. Se usan para la prosperidad y para personas que tienen muchas ideas, pero que les cuesta concretarlas” , sentencia.

Otra de los postulados que Sivagangai V.K. entregó en su ponencia tuvo que ver con la ejemplificació n de uno de los mantras más conocidos – el OM – y su incidencia en el cuerpo de quien lo entone. Así, dijo que este mantra está formado por tres sonidos, “a”, “u” y “m”, los que al pronunciarlos, inciden de la siguiente manera:

(a): se abre la parte baja del pulmón.

(u): la parte media del pulmón se encuentra trabajando.

(m): los hombros bajan, termina la pronunciación.

Este mantra – indicó – puede ser practicado todos los días (para la instructora 21 veces diarias es lo ideal) para lograr un cuerpo más saludable. “Finalmente queda el silencio, el que nos ayuda a sentir la tranquilidad a la que llegó la mente”, manifestó.


La repetición de los mantras también posee un significado. En ese sentido, la instructora de Kundalini afirma que existe un tipo de ellos – los Bij Mantra – que actúan como una semilla. “El japa (la repetición constante), tiene que ver con hacer entrar tu mente en ese estado. Es como una semilla que plantas y que luego vas regando a través de la repetición”, sostiene.

En cuanto a su uso, indica que los mantras no son invocaciones a dioses ni nada por el estilo y menciona que a veces esa idea aleja a muchas personas de esta técnica, pues la ven como algo ajeno a ellos.

“De cierta forma se invocan elementos del universo, pero como el supuesto esencial del Yoga es la unidad individuo-universo, esos elementos también forman parte de nosotros, por lo tanto más que invocarlos hacia fuera, me conecto con mi potencial interno y con los distintos aspectos del universo que habitan en mí”, asevera.

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viernes, octubre 29

El poder sanador del Amor (Auto-Reiki)

Está científicamente demostrado que si te concentras en una parte de tu cuerpo con pensamientos amorosos y positivos, aumenta el riego sanguíneo en esa zona en concreto. Así puede comenzarse un proceso de curación o de vitalización de esa región corporal.

El don de amar es algo que todos llevamos dentro Cuando pensamos en el amor, el aprendizaje de nuestra mente nos lleva enseguida a la relación entre dos personas, parece que sólo podemos conocer el amor cuando alguien aparece en nuestra vida pero el amor es mucho más que eso.

Es un poder, una fuerza, una energía luminosa que está al alcance de todos, que vive en nuestro interior y que podemos usar siempre que queramos, al margen de que estemos solos o acompañados.

Es más, cuando amamos a alguien el amor sale de nuestro interior hacia el objeto o persona amada.

El don de amar no nos lo da nadie, es algo que tenemos dentro aunque puede haber personas y situaciones que lo despierten, que nos estimulen a hacerlo.

El Manantial de la Felicidad

El poder del amor no se refiere solo a esa capacidad de dar gozo o de servir a los demás, también tiene otras cualidades fundamentales: la de curar, la de iluminar la oscuridad. De esta capacidad del amor de curar, de iluminar y solucionar cualquier conflicto es de lo que hoy quiero hablarte. La fuente del amor está en lo que en el yoga se conoce como el chakra corazón y podemos abrirla con ejercicios adecuados y con la correspondiente actitud mental.

Basta con que nos concentremos en nuestro corazón buscando encontrar esa luz, esa fuerza que nos llenará de gozo, de alegría y también de poder. Este es el primer uso legítimo y válido que podemos hacer de su energía: sentirnos bien, vivir esa plenitud del amor dentro de nosotros llenando todo nuestro ser.

Ser conscientes de esto es importante porque hay personas que viven solas y esperan, a veces con inquietud encontrar una pareja para gozar de sus dulces frutos. También hay personas que viven en pareja pero sienten que no son amados como necesitan y esperan ser mejor amados para gozar del amor.

Para todos ellos existe la posibilidad de buscar y encontrar dentro ese manantial del amor luminoso que les llenará de dicha. Entonces el encuentro con el amante que andamos buscando será más posible y fructífero, también la posibilidad de entendernos, de superar las dificultades y ser felices con nuestra pareja será más real.

Hablando con tu cuerpo

Decía al principio que si nos concentramos con amor en un órgano enfermo -o sano- aumenta el riego sanguíneo en esa zona, es decir, aumenta la posibilidad de sanarlo. ¿Cómo se hace esto?. Basta con concentrarte en tu estómago, tu hígado, en aquella parte que está mal para darle todo el amor que es capaz de dar tu corazón.

Naturalmente que esto no implica que no se vaya al médico o se tome la medicación adecuada pero además podemos mandar amor a nuestra parte enferma y de la misma forma a otra persona que lo necesite.

Así aumentamos las posibilidades de curación. Al igual que una madre da todo su amor y ternura a su hijo enfermo al margen de ponerlo en manos del médico, también podemos hacer lo mismo con nuestra parte dañada.

Mentalmente se hace concentrándose en ella y viendo cómo se llena de luz. Emocionalmente es mandarle todo nuestro amor, todo nuestro apoyo y ternura al igual que si lo estuviésemos haciendo con una persona.

Si alguien que queremos enferma seguramente nos inspirará ternura, compasión y amor. Si queremos hacer algo por esa persona debemos dárselo con espíritu positivo, es decir, dándole ánimos, confianza e infundiéndole la seguridad de que se curará. Pues lo mismo debemos hacer con nuestra parte enferma, es algo nuestro, cierto, pero es también un ser vivo que vive dentro de nosotros y así debemos tratarlo, con el mismo amor que daríamos a nuestro amante más amado.

Esto nos ayudará de una forma muy poderosa en el proceso de curación. Iluminando los conflictos Pero esta capacidad de sanar del amor va todavía más allá. Podemos hacer lo mismo con cualquier problema, con cualquier situación difícil, con cualquier conflicto que tengamos. Podemos esforzarnos en ver esa situación desde el amor, en verla desde nuestro corazón y mandarle esa luz y esa fuerza amorosa que vive en nuestro corazón.

Quizá mental o intelectualmente no veamos la solución pero si comenzamos a tratar de ver ese conflicto con los ojos del amor, será como cuando en una habitación llena de tinieblas abrimos de par en par las ventanas para que se llene con la luz del sol. La oscuridad se disipará.

Entonces, casi sin darnos cuenta, si nos mantenemos en esa actitud, aunque al principio no veamos las soluciones, la luz del amor con que iluminamos esa situación nos hará encontrarlas, hará que, como en el caso del órgano enfermo, la conflictiva situación vaya sanándose poco a poco. No debemos menospreciar el poder sanador del amor, su capacidad de dar luz, de curar y arreglar cualquier conflicto.

Quizá no baste sólo el amor, quizá sean necesarias otras actuaciones pero seguramente que su fuerza ayudará en su solución. Incluso, a veces puede hacer realmente milagros, pues en esa fuerza se basa el poder de los grandes sanadores.

¿Cómo cultivar este poder?.

La actitud mental y los ejercicios adecuados te ayudarán pero quizá baste con que cada día te concentres en tu corazón, que busques en tu interior esa fuente de plenitud y felicidad, que quieras sentir el amor que vive dentro de ti sin tener que buscarlo fuera.

Entonces, cuando lo encuentres, cuando lo sientas, extiéndelo por todo tu cuerpo, que cada una de tus células participen de tu dicha y partiendo de esa alegría, de ese gozo, de esa plenitud, deja que tu amor vaya hacia fuera, deja que ilumine a otras personas, lleva tu luz a cualquier conflicto que tengas.

Entonces ya nada será igual, porque amándote realmente no sólo amarás mejor a los demás sino que también amarás a la vida y disfrutarás de todo su gozo, de toda su plenitud.

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miércoles, octubre 27

MIEDO, ESPERANZA Y CORAJE

[ . . . ]

“La gloria y los beneficios son meros adornos de la existencia actual, y la arrogancia y el prejuicio son los lazos que nos encadenan en la siguiente” indica Nichiren Daishonin. Con facilidad nos llenamos las casas de cosas que nos recuerdan algo, y también nos apegamos a una o más imágenes de nosotros mismos que sirven para lo mismo: recordarnos algo que pasó o que nos gustaría que hubiera pasado, es decir, imaginar que somos algo que no somos. Así podemos hipotecar el presente. Quizá por miedo o quizá por fantasía, estando aquí miramos más allá pensando en algo que ya no está. Pero ¿es esto ayer, hoy o mañana?, ¿a qué botón hay que darle? ¡Que no me entero!.

La idea de “empezar de nuevo”, independientemente de si hemos llegado a este punto por voluntad propia o forzados por las circunstancias, siempre desencadena sentimientos contradictorios que fluctúan entre la esperanza y el temor ante lo desconocido.

Por eso, aunque frecuentemente pensamos que nos gustaría dar un cambio a nuestra vida, no acabamos de concretar los cambios que soñamos. Por un lado, nuestra cotidianeidad puede parecernos tediosa, poco interesante o abrumadora; pero, por otro lado, en lo conocido, aunque no sea muy satisfactorio, nos encontramos seguros.

Sin embargo, empezar de nuevo, no tiene forzosamente porqué comportar una ruptura drástica con nuestra realidad, sino, más bien, liberarla del lastre que nos impide desarrollar nuestras cualidades y que obstruye nuestro avance. Vamos, que podríamos intentar darle esa sacudida a nuestra vida, como la del centrifugado máximo de la lavadora, que nos libere de la rutina y la tristeza. Y, después, ligeros de peso, como una colada bien escurrida, nos será más fácil reencontrarnos de nuevo con nuestra creatividad, iniciativa y agradecimiento.

En realidad, volver a los inicios, cuando cualquier ocasión era propicia para preguntar, aprender y hacer daimoku. En definitiva, descubrimos que asumir el control de los problemas, hace la vida más emocionante.

Gosho

Tal como las flores se abren y dan frutos, tal como la luna nueva crece invariablemente hasta alcanzar el plenilunio, como la luz de una lámpara cobra intensidad cuando se le agrega aceite, y como las plantas y los árboles florecen con la lluvia, así, del mismo modo, los seres humanos siempre prosperan cuando llevan a cabo buenas acciones.

El tercer día de Año Nuevo, LEND, pág.1058

Fragmentos del Tema de diálogo del mes de septiembre de 2010 publicado en Civilización Global (SGI España)


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Cambiar el destino

Cambiar el Destino

Con frecuencia nos dicen que podemos cambiar nuestro karma practicando el Budismo de Nichiren, pero ¿qué quiere decir eso en realidad?

El Budismo de Nichiren existe para aliviar el sufrimiento de la gente y ayudarlos a ser realmente felices. Con ese fin, enseña la Ley de causa y efecto, que forma la base de la doctrina del karma.

Con nuestros actos creamos causas, buenas y malas, que se graban en nuestra vida en forma de potencial que llamamos karma.

La palabra karma significa «acción». Nuestras buenas y malas causas se manifiestarán en forma de efectos positivos y negativos en el futuro. Los acontecimientos o patrones, buenos y malos, que se manifiestan en esta vida se consideran efectos de causas negativas o positivas hechas en vidas pasadas.

«Los sufrimientos del infierno desaparecerán en un instante»

Como los efectos negativos generalmente atraen más atención, la palabra karma tiende a asociarse con sufrimientos ineludibles o malos resultados.

Si el karma es ineludible, entonces ¿por qué hace falta aprender del karma? La respuesta del Budismo de Nichiren constituye un punto importante que la distingue de otras formas de budismo.

En general, la teoría de karma dice que la ley de causa y efecto se basa en una especie de justicia de retribución — la idea de que la gente no puede ser feliz hasta tanto reciba, y de este modo elimine de su vida, todos los efectos negativos del karma, que se han generado a partir de causas negativas realizadas en el pasado.

Pero, como la vida es un proceso eterno y contínuo, y el karma negativo del pasado puede ser ilimitado, sería inimaginable, si no imposible, expiar todos los efectos negativos acumulados.

Además, según esta concepción, dado el inmenso escollo que supone nuestro karma negativo, en la creación de suficientes buenas causas para lograr la iluminación o Budeidad— o sea, para manifestar la felicidad absoluta—tendríamos que hacer solamente buenas causas durante innumerables vidas.

Es por eso que muchas enseñanzas budistas que no se basan en el Sutra del Loto hablan de que son necesarios «interminables kalpas de práctica» para alcanzar la Budeidad.

Pero Nichiren Daishonin enseñó que esta concepción del karma, si bien es exacta en un aspecto, no esclarece el proceso para crear una vida verdaderamente feliz y un mundo de paz.

Escribe: «El que menosprecia a otro, a su vez será despreciado. El que habla mal de alguien que tiene un bello aspecto físico, renacerá siendo feo […] Esta es la ley general de causa y efecto». Y continúa: «Sin embargo, mis sufrimientos no deben atribuirse a esta ley causal. En el pasado, yo desprecié a los devotos del Sutra del loto. También me burlé del mismísimo sutra — a veces elogiándolo exageradamente y, a veces, con desdén» («Carta desde Sado», END, pág. 323).

Nichiren enseña que, en contraste con la ley causal general, las causas y efectos más profundos surgen de la relación con la Ley mística de Nam-myoho-renge-kyo, que funciona en el núcleo de la vida misma. Nichiren identifica que la fuente de toda la oposición y el sufrimiento que tiene que enfrentar a medida que propaga el Sutra del Loto, el cual expone las funciones de la Ley mística, es su propia incredulidad y desprecio por esta Ley en el pasado. Al enfrentarse con las dificultades que provienen de este compromiso de propagar la Ley, él no solamente está expiando su karma a nivel profundo, sino que está activando al máximo el Estado de Buda dentro de su vida. El mismo proceso vale para todos nosotros. Nichiren además aclara que la fuente del karma negativo es la oscuridad o ignorancia fundamental de la vida, que nos hace difícil reconocer la función de la Ley mística dentro de nuestra propia vida y la vida de los demás. Si reconocemos esta Ley y luchamos para actuar en armonía con ella, podemos superar nuestra oscuridad fundamental, la raíz del sufrimiento kármico. Cuando lo hacemos, dice Nichiren: «los sufrimientos del infierno desaparecerán en un instante» (END, pág. 208).

¿Acaso quiere decir que el karma mismo se desvanece en un instante cuando practicamos el Budismo de Nichiren? Claro que no. En realidad, quiere decir que la importancia del karma negativo pierde color con rapidez ante la sabiduría y la fuerza vital que llenan nuestra vida cuando despertamos a nuestra naturaleza de Buda.

Como ejemplo, Nichiren dice que una vez que el sol sale, las estrellas en el cielo ya no se ven («La selección del tiempo», END, pág. 602). De manera similar, una vez que el sol de la Ley mística sale en nuestro corazón mientras profundizamos la fe con una firme práctica del budismo, los problemas que surgen del karma se tornan triviales e insignificantes en comparación con la Ley. Nuestro karma negativo del pasado ya no puede dictar la dirección de nuestra vida. En cierto sentido, al activar una fuente mucho más profunda y poderosa de causas y efectos cambiamos nuestro destino a nivel fundamental.

Grandes oportunidades para forjar nuestra vida

Nadie está libre del karma negativo, que inevitablemente aparece en forma de obstáculos y problemas. Pero practicando el Budismo de Nichiren podemos enfrentar y transformar todo. Por lo tanto, es importante que encaremos los problemas directamente mientras entonamos Nam-myoho-renge-kyo con una determinación firme. Tratar de evitar o eludir los problemas nos priva de la oportunidad de cambiar nuestro karma.

Nichiren escribe: «el hierro se convierte en una magnífica espada cuando es sometido al fuego y a los golpes» («Carta desde Sado», END, pág. 322) y «cuando el hierro es forjado, los defectos del material afloran a la superficie» («Carta a los hermanos », END, pág. 521). Una espada fuerte se hace golpeando un pedazo de hierro candente y haciendo salir las impurezas del metal. Del mismo modo, encarando directamente los obstáculos y superándolos podemos cultivar un yo inquebrantable y sólido.

Desde los primeros días de la Soka Gakkai, los miembros han transformado su karma constantemente mientras trabajaban para transformar el destino de la humanidad mediante la propagación del Budismo de Nichiren, es decir, el trabajo para lograr el kosen-rufu. Como consecuencia, han desarrollado un estado de felicidad inquebrantable.

Las actividades de la SGI son oportunidades maravillosas para forjar nuestra vida y transformar cualquier clase de karma negativo en buena fortuna y felicidad.


Este artículo se basa en una entrega de la serie «Yasashii kyogaku» (Estudio budista simplificado), publicada el 18 de mayo de 2007 en el Seikyo Shimbun, el periódico de la Soka Gakkai.


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lunes, octubre 25

MILO MANARA

Dicen que Milo Manara es el autor de comics que mejor dibuja a las mujeres, y la verdad es que viendo sus dibujos resulta difícil dudarlo. Este italiano admirado en el mundo entero cuenta entre sus comics con grandes éxitos como Verano Indio, El Gaucho, Las Aventuras Orientales de Giusseppe Bergmann. Tal vez soñar, El Click, Gulliveriana, etc, y nunca defrauda cuando se trata de crear una nueva aventura. Una muestra e ello ला izquierda


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PINTOR

PINTOR
Aliso el lienzo de mis faenas
Entre colores que se sujetan,
Alisto pincel que ya bosquejo
El bello rostro de mi pintor.

Surto colores en mi paleta
Con esos tonos de piel que esmera,
Quiero matices que me remuevan
Con solo verlo en una pieza.

Diviso su rostro
Entre las luces como centella,
Modela lejos de las estrellas
El es luna, de mis querellas.

Ahí posa el hombre de mi presente
Entre la realidad y sueño inerte,
Quiero plasmarlo entre mis dedos
Con el pincel… en su apogeo.

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AMOR

El día que te conocí, encontré un camino distinto, compartido en el que encuentro una paz total y escucho una voz de aliento que alimenta mis sentimientos y regala felicidad.
Después que me enamoré de ti, comprendí muchas cosas, que para enamorarme tengo que empezar cultivándolo en mi corazón y entregarlo, no puedo obligar a nadie a que me quiera igual, cada quien tiene su forma de amar, que el amor verdadero es fuerte y soporta mucho, pero sobre todo perdona y olvida.
Se que tengo a alguien bueno en mi vida que me da todo, que siempre esta presente cuando lo necesito, me brinda amor, me demuestra que somos importantes, el uno para el otro, me dedica tiempo.
Pero a veces tanto el como yo, andamos en nuestro mundo pensando en nuestras cosas sin darme cuenta del gran ser humano que esta en mi vida.
Me he dado cuenta que un gran amor no se consigue todos los días, es muy difícil encontrar alguien que me acepte como soy, me de libertad y confianza.
Nunca es tarde para darme cuenta de mis errores, se ahora que la confianza se puede construir en 1000 años, pero derrumbarse en solo un segundo.
Por todo esto solo quiero decirte que te amo desde el primer momento en que te conocí y mas ahora porque el camino que hemos recorrido me ha unido mucho a ti.
Gracias por tu paciencia, comprensión, tus abrazos que me recuerdan que estas aquí.
Gracias, por tu fortaleza que me haz dado cuando mi corazón ha estado a punto de estallar y me haz dado en ese momento lo que mas necesitaba SEGURIDAD. Gracias por ayudarme a volar.
En pocas palabras, esto es algo que tenía guardado en mi corazón desde hace tiempo.
Gracias por estar conmigo, por ser como eres, por regalarme lo bueno o lo malo de ti.
Perdón si te he ofendido, si alguna vez te he humillado y si en algún momento yo me equivoqué, quiero que sepas que soy un ser humano y al igual que tu débil pude ser, pero con todos mis defectos y errores jamás te traicioné.
Solo quiero que sepas que hoy solo quiero estar a tu lado, no sentirte ausente pues sabes que te amo y que nunca te voy a dejar de amar.
Porque haz sido y seguirás siendo mi verdadero amor.

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TRANSFORMAR EL MIEDO

A medida que las energías aumentan en velocidad, descubrimos que se están oprimiendo todos los activadores de nuestro patrón de miedo interior. Lo sentimos aflorar en nuestros estómagos y atorarse en nuestras gargantas. Sentimos brotar la adrenalina a través de nuestros cuerpos aunque estemos mirando una puesta de sol apacible y silenciosa.

El miedo marcha a través de nuestras mentes tratando de entrar en nuestros corazones y en nuestro día. Se da a conocer en todas sus formas visibles e invisibles. Apunta su espada oxidada a nuestros recuerdos, nuestras debilidades y nuestros proyectos actuales.

Sentimos surgir la incertidumbre en nosotros como un rayo que golpea cada chakra mientras surge a borbotones. El miedo nos aprieta la garganta y no hay una razón real para ello.

Cuando el miedo nace a la carta o en forma natural, tiene acceso a todos los puntos de nuestro ser, excepto a nuestro corazón. Invoca todo pensamiento negativo como un turpial azul en vuelo; cada pensamiento parece ser obediente.

La presencia apremiante del miedo acepta y embellece la negatividad. El miedo inmoviliza; pregúntale a cualquier ciervo frente a los faros de un auto. El miedo cierra de inmediato el chakra coronario, manteniendo cautivos a todos los pensamientos de ahí hacia atrás como un pez dorado en una pecera.

Aspira tus miedos profundamente. Tómalos por las riendas, aprieta hasta que obtengas toda su atención. Enfrèntalo cara a cara. Ahora aspira más y más profundamente desde tu centro, la luz de tu corazón, un lugar donde no puede habitar el miedo. Ahora mira todas las vibraciones del miedo que hay en ti (hay muchos sabores y aromas de miedo) convièrtete en un enjambre de abejas en un arbusto florido.

Sosten con firmeza esa imagen concentrada dentro de tu ser. Ahora achica y concentra esa misma imagen. Imagina que un chaparrón del amor más hermoso y lleno de luz le da un buen estrujon a todos esos miedos. Observa como todos tus miedos (conocidos y desconocidos)son removidos, revelando un centro brillante. Ahora párate frente a ese centro brillante de luz aspirando profundamente esa hermosa luz en tu ser.

Exhala, respira una y otra vez hasta estar oxigenado y la luz de lo que fueron tus miedos esté ahora dentro de ti.

Felicitaciones, acabas de trasmutar al sucio, viejo y oxidado miedo en oro puro. Trasmutar el miedo nos enseña alquimia (¿Adivina qué clase estamos tomando todos en este momento?) El miedo es un maestro intemporal que se presta a un futuro brillante. Así que la próxima vez que veas que el miedo toca a tu puerta (o la derriba), úsalo como la herramienta de luz que nació para ser.

Llámalo, concéntrate, míralo frente a frente y trasmútalo en una oportunidad de oro

Te invito a trabajar tus miedos.
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¡ANIMO! TODO LLEGA...

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Sólo debemos fluir con el río de la existencia.

Formo un majestuoso corazón, con el fraternal sonido de este mensaje, para que sientas el latido de la sublime luz que ahora te envuelve. No intentes comprender estas palabras a través de la razón, pues vibran en otra frecuencia que tu alma reconoce. Mi espíritu pulsa estas letras doradas, que viajan hacia tu espacio interior sagrado, para que la intensa espera no resquebraje tu confianza en el inminente despertar humano. Animo. Todo llega.

Aunque a veces no lo recordemos, también vinimos con la intención de aprender y eso seguimos haciendo. Estos son momentos especiales, en donde uno descubre nuevos niveles de comprensión gracias a las vivencias. Por increíble que parezca, en el camino de ascensión siempre hay una vuelta de tuerca más, que nos permite reconocer la infinita sabiduría que fluye por el mágico entramado de la escuela de la vida, donde todo enseña.

¿Suponíamos que habíamos desarrollado el temple necesario como para saber esperar? Una cosa es aguardar en un contexto armónico, sin mayores sobresaltos, pero otra muy diferente es aprender a esperar en el límite de nuestras fuerzas, en medio de un contexto agitado y hostil, donde todo transcurre con demasiada celeridad. No desesperes. Estas aleccionadoras instancias liman las impurezas y dan un atractivo brillo a la constancia.

¿Comprendes por qué se remarcaba tanto la importancia de haber encarnado en esta era? En este tramo final, una a una caerán nuestras supuestas verdades a medida que nuestros cuerpos se abran –a través del amor- hacia las dimensiones más profundas de nuestro Ser. No temas. Sé que cuesta reconocer que pronto te reirás del punzante eco mental que hoy te aturde al reprocharte que tal vez todo fue en vano, por eso insisto en que confíes.

Sientete en paz. Hiciste lo necesario. Tus manos están vacías. Diste aquello que traías para ayudar a humanizar. Ahora es tiempo de una paciente espera activa, donde ya no serás consciente de tu fecunda entrega, pues forma parte de tu naturaleza cristalina. Recapitular cada experiencia te permitirá descubrir el hilo invisible que todo lo unió, dando sentido, incluso, a las pequeñas cosas que en su momento nada parecían tener con tu vida.

Este cálido y vibrante corazón que hoy te ha abrazado, es el signo irrebatible de una naciente humanidad, más sensible y despierta. Sus bellos latidos te recuerdan que los últimos pasos de un desafiante camino siempre parecen eternos, pero es sólo una ilusión. No olvides que con tu sonrisa se multiplica la alegría que nutre la esperanza. Sigamos aprendiendo, con fe y entusiasmo, bajo la hermosa luz del Sol. Animo. Todo llega.





Gracias

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Eres mi puerta al futuro

la luz del universo resplandeciente

lo que hoy admiro y amo

la flor que permanece firme

la brisa que sonríe a la mañana

mi paz, mi pensamiento libre

la calma de lo ayer pisado

una esencia, una idea sublime

por ti hoy renacen las cenizas

se vuelven blancos todos los grises

digo adiós a un pasado terco

dejo fluir en mi, nuevos matices

me despido de ti dolencia

aunque me acompañaste en mi silencio

abro ventanas, no cierro puertas

vivo lo real de cada sueño...



Gracias por recordarme

que no todos los poemas

son palabras tristes

que la soledad puede cambiarse

que es mi decisión y que de mi depende

la felicidad.

Te amo





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"No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo"

"En mis relaciones siempre hay una maravillosa armonía. La persona a quien ahora busco también me busca"

Anita

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Los 7 hábitos de AMOR

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Los 7 hábitos de AMOR







Los siete hábitos mortales







Muchas personas tenemos estos 7 hábitos mortales, sin darnos cuenta de ello:











1. Castigar







2. Quejarse







3. Culpar







4. Amenazar







5. Perseguir







6. Criticar







7. Sobornar















Estos hábitos conducen a que la mayor parte de sus problemas emocionales estén directamente vinculados con el hecho de que usted ha aprendido a tratar de controlar a las personas que lo rodean. Aprendemos esos hábitos en nuestra infancia de maestros, padres, abuelos y otros.











EJEMPLO:







Limpia la habitación, sino, no hay televisión para ti esta noche (castigo).







Esas galletas que preparé serán para ti cuando todo esté limpio y ordenado. (soborno).







Después de pasar años expuesto a esta forma de manipular, finalmente comienza a utilizarla también. Probablemente se limpiará la habitación, pero no quedará una buena relación.







El problema práctico de tratar de controlar a otros es que, cada vez que usted cumple, soborne, se queje, critique, castigue o amenace a alguien, encontrará resistencia, le responderán, lucharán; de hecho la ignorarán, mentirán, harán las cosas a escondidas o acudirán a un millón de medios, para hacer que usted retroceda. Es simplemente la naturaleza humana.







Estamos genéticamente programados para resistir cuando alguien nos trata de obligar a hacer algo que no queremos. Tal vez sea más pronunciado en una persona que en otra, pero a menos que usted reconozca lo que está haciendo y aprenda a buscar lo que desea en una relación, sin tratar de controlar a los demás, todas sus relaciones se convertirán en una lucha por el poder que harán sufrir a todos los involucrados.















EN CONTRAPOSICION…















LOS 7 HÁBITOS DE AMOR DE LAS PERSONAS REALMENTE FELICES







La mejor manera de eliminar los 7 hábitos mortales es reemplazarlos con los 7 hábitos de amor:







1. Apoyar







2. Estimular







3. Escuchar







4. Aceptar







5. Confiar







6. Respetar







7. Negociar las diferencias.















Pareciera fácil, ya que lo único que uno necesita hacer es aceptar a la gente tal como es. Pero, al igual que muchas cosas valiosas en la vida, los hábitos del amor son más difíciles de poner en práctica de lo que uno podría imaginar, especialmente si representan la personalidad que usted se ha formado. Algunos aspectos que pueden ayudar:















Hágase un análisis realista:







¿Tiene usted los 7 hábitos mortales?







¿Cómo le habló esta mañana a la gente con quien vive? ¿Las estimuló a realizar lo que habían planeado para el DIA?







Escuche con atención: Trate a las personas como si ellos fueran sus mejores amigos. Escuche cada palabra, busque el tiempo para sentarse con las personas y realmente prestarle atención sin distraerse con teléfonos celulares o las exigencias de otras personas.







Visualice su nuevo yo: Haga una imagen mental de usted como una persona que practica los 7 hábitos de amor.















Consérvela en la mente y acuda a ella cuando esté hablando con sus seres queridos, para ver si está actuando como una persona que sabe dar amor.







Haga la pregunta adecuada: En el instante en que surge la necesidad de culpar, quejarse, criticar, insistir, amenazar, castigar o sobornar, antes de decir nada, deténgase y pregúntese ¿Es esto realmente importante?







Acepte la realidad: Uno debe comprender que la única persona que puede cambiar es uno mismo. Cuando usted tiene una diferencia con una persona que es importante en su vida, negocie.







Escoja un modelo: Cuáles son las personas a las que admira más, pregúntese que harían ellas antes de reaccionar con uno de los 7 hábitos mortales.







Escriba sobre sus experiencias: Haga un diario, lo que le ayudará a atravesar la transición y ver sus progresos.























LOS 7 HÁBITOS MORTALES vs. 7 HÁBITOS DE AMOR







CONVIERTA:















Culpar - Aceptar







Sobornar - Estimular







Quejarse - Escuchar







Criticar - Respetar







Perseguir - Solucionar diferencias







Castigar - Apoyar







Amenazar - Confia



¿Quièn soy?

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En el principio vivì momentos en la vida, donde me maravillè, y me horroricè. Caminè por lugares que jamás soñé; amè, dejè, me dejaron, discriminè... y aborrecida de todo me refugié en mí misma, y luego me enfoquè hacia dentro. Busqué en mis ojos, en mis cabellos, en mis manos, en mis brazos, en mi sangre, en mis piernas, en mis genitales, y hasta en mi corazón, pero no encontré nada que me hiciera sentir superior o inferior. Solamente me sentí yo misma. Y comprendí que nadie más que yo, podía retomar el camino andado y aceptar lo que es y lo que no.

Luego salí de nuevo al mundo, y reí y lloré, clamé por dentro y por fuera, hablé con todos y con nadie, verifiqué mis opciones, tropecé y caí. Me enderecé, y regresé a mi lugar. Despuès acostada en mi cama, le pregunté a Dios ¿Quién soy? ¿què hago aquí? Y solamente recibí el silencio más absoluto, pero cuando cerré mis ojos, pude soñar con mi vida, y lo que puedo llegar a hacer si me lo propongo. Reí, y me reacomodé en mi interior. Acaricié mi alma y mi corazón. Me dije que nadie puede hacerme sentir lo que no quiero, y mi alma y mi corazón siempre fueron los motores de mis enseñanzas. Perdoné y meditè nuevamente. Di un paso y otro; comprendí que estoy viva, y que cometo errores a cada momento. Me pregunté por què amargarme la vida, si yo solamente creo mis barreras y hasta me creo mis fantasías.

Pero me puse de pie bajo el sol, y me pregunté si los demás sentían el mismo calor que yo, y mi respuesta fue: SÍ! Y me puse de pie bajo la luna y las estrellas, y me pregunté si ellos sentían la misma melancolía que yo, y mi respuesta fue: SÍ. Y en ése momento me di cuenta que aquí bajo el cielo sentimos lo mismo."Eres lo peor de lo peor, eres nula, no sirves para nada, eres una molestia, ¿Por qué has nacido? ¿No sabes hacer nada bien?", y miles de cosas más me dijeron y opinaron sobre mí; y yo les dije: Por favor Demuéstrenmelo.

Y todos se miraron... algunos susurraron cosas sin sentido, porque sabían que yo era mejor, y me di cuenta que el mejor es el ciervo de todos, porque tiene la capacidad de hacer para muchos, o para pocos, pero tiene la capacidad.Y se miraron y callaron porque nadie podía decirme lo contrario; e igualmente hablaron a mis espaldas, pero ya nadie me podía decir quien era yo. Y me pregunté nuevamente: ¿Por qué quise despedirme antes de tiempo? ¿Por qué todo salía mal, por qué nadie me quería, o me amaba, por qué todos opinaban lo menos alegre? Y algo dentro de mi me dijo: Porque así lo decidiste. Y comprendí que las decisiones son mías. Y colgué mi traje lleno de golpes en un perchero viejo y lo dejé allí para que se pudriera con el tiempo.

Regresé desnuda, y elegí mi nueva piel."¡Como si fuese tan fácil!" pensé primero. Pero el primer paso era mío, y comprendí que tenía poder, y que mi poder me podía hacer cambiar, porque soy la dueña de éste momento en la vida. Y sonreí. Me puse de pie debajo del sol y hablè con Buddha, y entendí por qué la vida merece ser vivida. Toqué mi corazón y aunque estaba dolido, ciertamente se sentía bien. Era mi momento y aún estaba de pie; y era yo, nadie más que yo. Porque todos cayeron a mí alrededor, y aunque estaba sola, aún estaba de pie, y el cielo admiró mi valor porque así lo sentí en mi alma.

Sonreí y me dije: soy valiente. Alguien me respondió: SÍ. Solamente: SÍ. Volteé y seguí mi camino. Y aunque aún estoy golpeada, aún digo quien soy, y no me apabullan porque me descubrí y sólo hay silencio. Y descubrí, que no tenía que ser agresiva para demostrar que tengo valor, sino quedarme allí, para que vean como sigo firme, y ver sus rostros incrédulos. Después todos se preguntaron ¿Quién es ésa que se atreve a desafiar lo que pensamos de ella?

Y dije: Yo, soy yo. Y grité: ¡YO, SOY LO QUE SOY! Y todos corrieron a esconderse de mi presencia para inventarse nuevos discursos truncados en mi contra. Y sonreí una vez más, porque ahora sabía como caminar. Supe de mi valor y de mi pasión por seguir. Cerré mis ojos y agradecí por una nueva oportunidad. Y seguí mi camino...

A M A R

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Tú no sabes amar; ¿acaso intentas darme calor con tu mirada triste? El amor nada vale sin tormentas, ¡sin tempestades... el amor no existe para ti!

Y sin embargo ¿dices que me amas? No, no es el amor lo que hacia mí te mueve: el Amor es un sol hecho de llamas, y en los soles jamás cuaja la nieve.

¡El amor es volcán, es rayo, es lumbre, y debe ser devorador, intenso, debe ser huracán, debe ser cumbre... debe alzarse hasta Dios como el incienso!

¿Pero tú piensas que el amor es frío? ¿Que ha de asomar en ojos siempre yertos? ¡Con tu anémico amor... anda, bien mío, anda al osario a enamorar los muertos!


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**Anita**


EL ORIGEN DEL MIEDO

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EL ORIGEN DEL MIEDO

El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro. Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente? peligro, estoy amenazada. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo? miedo, por supuesto. El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación, al exterminio. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones. Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente. OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo? una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia. Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora. La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egoista. Si no deseas crear más dolor para ti misma ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo? DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida. Di siempre «sí» al momento presente. ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO. La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla. Estar identificada con la mente es estar atrapada en el tiempo. Vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones. Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay. ¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser. ¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto? Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora. La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.

"No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo" Anita

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RELACIONES DE AMOR-ODIO

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DE LAS RELACIONES ADICTIVAS A LAS RELACIONES ILUMINADAS
RELACIONES DE AMOR-ODIO
A menos que accedas a la frecuencia consciente de la presencia, todas las relaciones, y en particular las relaciones íntimas, acabarán fracasando y siendo disfuncionales. Puede que parezcan perfectas durante un tiempo, mientras estás «enamorado», pero esa perfección se altera invariablemente a medida que van produciéndose discusiones, conflictos, insatisfacciones y violencia emocional o incluso física, momentos de tensión que suceden con creciente frecuencia.
Parece que la mayoría de las «relaciones amorosas» pasan a convertirse muy pronto en relaciones de amor-odio. En ellas, el amor puede dar paso en un abrir y cerrar de ojos a una agresividad salvaje, a sentimientos de hostilidad o a la total ausencia del afecto. Esto se considera normal.
Si en tus relaciones experimentas tanto un sentimiento de «amor» como su opuesto —agresividad, violencia emocional, etc.— entonces es muy probable que estés confundiendo el apego adictivo del ego con el amor. No puedes amar a tu compañero o compañera un momento y atacarle al siguiente. El verdadero amor no tiene opuesto. Si tu «amor» tiene un opuesto, entonces no es amor, sino la intensa necesidad del ego de una identidad más completa y profunda, necesidad que la otra persona cubre temporalmente. Este es el sustituto de la salvación que propone el ego, y durante un breve episodio parece una verdadera salvación.
Pero llega un momento en que tu pareja deja de actuar de la manera que satisface tus demandas, o más bien las de tu ego. Los sentimientos de miedo, dolor y carencia, que son parte intrínseca del ego pero habían quedado tapados por la «relación amorosa», vuelven a salir a la superficie.
Como en cualquier otra adicción, pasas buenos momentos cuando la droga está disponible, pero, invariablemente, acaba llegando un momento en el que ya no te hace efecto.
Por eso, cuando los sentimientos dolorosos reaparecen los sientes con más intensidad que antes y, lo que es peor, ahora percibes que quien los causa es tu compañero o compañera. Esto significa que los proyectas fuera de ti y atacas al otro con toda la violencia salvaje de tu dolor.
Tu ataque puede despertar el dolor de tu pareja, que posiblemente contraatacará. Llegados a este punto, el ego sigue esperando inconscientemente que su ataque o sus intentos de manipulación sean castigo suficiente para inducir un cambio de conducta en la pareja, de modo que pueda seguir sirviendo de tapadera del dolor.
Todas las adicciones surgen de una negativa inconsciente a encarar y traspasar el propio dolor. Todas las adicciones empiezan con dolor y terminan con dolor. Cualquiera que sea la sustancia que origine la adicción —alcohol, comida, drogas (legales o ilegales) o una persona—, estás usando algo o a alguien para encubrir tu dolor.
Por eso hay tanto dolor e infelicidad en las relaciones íntimas en cuanto pasa la primera euforia. Las relaciones mismas no son la causa del dolor y de la infelicidad, sino que sacan a la superficie el dolor y la infelicidad que ya están en ti. Todas las adicciones lo hacen. Llega un momento en que la adicción deja de funcionar y sientes el dolor con más intensidad que nunca.
Ésta es la razón por la que la mayoría de la gente siempre está intentando escapar del momento presente y buscar la salvación en el futuro. Si concentras tu atención en el ahora, lo primero que encontrarías sería tu propio dolor, y eso es lo que más temes. ¡Si supieras lo fácil que es acceder ahora al poder de la presencia que disuelve el pasado y su dolor, a la realidad que disuelve la ilusión! ¡Si supieras lo cerca que estás de tu propia realidad, lo cerca que estás de Dios!
Eludir las relaciones en un intento de evitar el dolor tampoco soluciona nada. El dolor sigue allí de todos modos. Es más probable que te obliguen a despertar tres relaciones fracasadas en otros tantos años que pasar tres años en una isla desierta o encerrada en tu habitación. Pero si puedes llevar una intensa presencia a tu soledad, eso podría funcionar para ti.
DE LAS RELACIONES ADICTIVAS A LAS RELACIONES ILUMINADAS
TANTO SI VIVES SOLA COMO SI VIVES EN PAREJA, la clave es estar presente e intensificar progresivamente tu presencia mediante la atención al ahora.
Si quieres que florezca el amor, la luz de tu presencia debe ser lo suficientemente intensa como para no verte arrollada por el pensador o por el cuerpo-dolor, ni los confundas con quien eres. Conocerse como el Ser que está debajo del pensador, la quietud que está debajo del ruido mental, el amor y la alegría que se encuentran debajo del dolor, eso es libertad, salvación, iluminación.
Desidentificarse del cuerpo-dolor es llevar la presencia al dolor y así transmutarlo. Desidentificarse del pensamiento es poder ser el observador silencioso de tus pensamientos y de tu conducta, especialmente de los patrones repetitivos de tu mente y de los roles que representa tu ego.
Si dejas de investirla de «yoidad», la mente pierde su cualidad compulsiva, formada básicamente por la constante tendencia a juzgar y a resistirse a lo que es, creando así conflicto, drama y más dolor. De hecho, en el momento en que dejas de juzgar y aceptas lo que es, eres libre de la mente. Has creado espacio para el amor, para la alegría, para la paz.
PRIMERO DEJAS DE JUZGARTE A TI MISMA; después dejas de juzgar a tu pareja. El mayor catalizador del cambio en las relaciones es la aceptación total de tu pareja tal como es, dejando completa- mente de juzgarla y de intentar cambiarla.
Eso te lleva inmediatamente más allá del ego. A partir de entonces todos los juegos mentales y el apego adictivo se acaban. Ya no hay víctimas ni verdugos, ni acusadores ni acusados.
La aceptación total también supone el final de la codependencia; ya no te dejas arrastrar por el patrón inconsciente de otra persona, favoreciendo de ese modo su continuidad. Entonces, o bien te separas —con amor—, o bien entran juntos más profundamente en el ahora, en el Ser. ¿Es así de simple? Sí, es así de simple.
El amor es un estado de Ser. Tu amor no está fuera; está en lo profundo de ti. Nunca puedes perderlo, no puede dejarte. No depende de otro cuerpo, de otra forma externa.
EN LA QUIETUD DE TU PRESENCIA puedes sentir tu propia realidad informe e intemporal: es la vida no manifestada que anima tu forma física. Entonces puedes sentir la misma vida en lo profundo de los demás seres humanos y de las demás criaturas. Miras más allá del velo de la forma y la separación. Esto es alcanzar la unidad. Esto es amor.
Aunque es posible tener breves atisbos, el amor no puede florecer a menos que estés permanentemente liberado de la identificación mental y tu presencia sea lo bastante intensa como para haber disuelto el cuerpo-dolor, o hasta que puedas, al menos, mantenerte presente como observadora. De ese modo, el cuerpo-dolor no podrá arrebatarte el control y destruir el amor.
LAS RELACIONES COMO PRÁCTICA ESPIRITUAL
Como los seres humanos nos hemos ido identificando progresivamente con la mente, la mayoría de las relaciones no tienen sus raíces en el Ser, y por eso se convierten en fuente de dolor, dominadas por problemas y conflictos.
Si las relaciones energetizan y expanden los patrones mentales del ego y activan el cuerpo-dolor, tal como ocurre actualmente, ¿por qué no aceptar este hecho en lugar de intentar huir de él? ¿Por qué no cooperar con él en lugar de evitar las relaciones o de seguir persiguiendo el fantasma de una pareja ideal que sea la respuesta a todos tus problemas o el complemento que te haga sentirte realizada?
El reconocimiento y la aceptación de los hechos te permite cierta libertad respecto a ellos.
Por ejemplo, cuando sabes que hay desarmonía y lo tienes presente, ese mismo hecho constituye un factor nuevo que no permitirá que la desarmonía se mantenga invariable.
Cuando sabes que no estás en paz, ese conocimiento crea un espacio tranquilo que envuelve tu falta de paz en un abrazo amoroso y tierno, y después transmuta en paz la ausencia de paz.
No hay nada que puedas hacer respecto de tu transformación interna. No puedes transformarte a ti misma y, ciertamente, no puedes transformar a tu pareja ni a ninguna otra persona. Lo único que puedes hacer es crear un espacio para que ocurra la transformación, para que entren la gracia y el amor en tu vida.
De modo que cuando veas que tu relación no funciona, cuando haga asomar tu «locura» y la de tu pareja, alégrate. Lo que era inconsciente está saliendo a la luz. Es una oportunidad de salvación.
REGISTRA CADA MOMENTO, registra en especial tu estado interno en cada momento. Si estás enfadada, debes saber que estás enfadada. Si te sientes celosa, si estás a la defensiva, si sientes el impulso de discutir, la necesidad de tener razón, si tu niño interno pide amor y atención o si sientes dolor emocional del tipo que sea, conoce la realidad de ese momento y registra ese conocimiento.
Entonces la relación se convierte en tu sadhana, tu práctica espiritual. Si observas un comportamiento inconsciente en tu pareja, rodéalo con el abrazo amoroso de tu conocimiento y no reacciones.
La inconsciencia y el conocimiento no pueden coexistir durante mucho tiempo, aunque el conocimiento no esté en la persona que actúa inconscientemente, sino en la otra. A la forma energética que reside detrás de la hostilidad y el ataque, la presencia del amor le resulta absolutamente intolerable. Si reaccionas a la inconsciencia de tu pareja, tú misma caes en la inconsciencia. Pero si a continuación recuerdas que has de conocer y registrar tu reacción, no se pierde nada.
Las relaciones nunca habían sido tan problemáticas y conflictivas como ahora. Como tal vez hayas percibido, su finalidad no es hacerte feliz o satisfacerte. Si sigues intentando alcanzar la salvación a través de una relación, te sentirás desilusionada una y otra vez. Pero si aceptas que la finalidad de las relaciones es hacerte consciente en lugar de hacerte feliz, entonces te ofrecerán salvación, y te habrás alineado con la conciencia superior que quiere nacer en el mundo.
Para quienes se aferren a los viejos patrones, cada vez habrá más dolor, violencia, confusión y locura.
¿Cuántas personas se requieren para hacer de tu vida una práctica espiritual? No te preocupes si tu pareja no quiere cooperar. La cordura —la conciencia— sólo puede llegar al mundo a través de ti. No tienes que esperar a que el mundo se vuelva cuerdo, o a que otra persona se vuelva consciente, para iluminarte. Podrías esperar eternamente.
No se acusen mutuamente de ser inconscientes. En el momento en que empiezas a discutir, té has identificado con una posición mental, y junto con esa posición estás defendiendo tu sentido de identidad. Entonces el ego se pone al mando. Estás siendo inconsciente. En ocasiones, puede ser apropiado que señales a tu pareja ciertos aspectos de su comportamiento. Si estás muy alerta, muy presente, podrás hacerlo sin que el ego se inmiscuya, sin culpar, acusar ni decir al otro que está equivocado.
Cuando tu compañero o compañera se comporte inconscientemente, renuncia a juzgarle. El juicio sólo sirve para confundir el comportamiento inconsciente de la otra persona con su identidad real o para proyectar tu propia inconsciencia en la otra persona y confundir tu proyección con su identidad.
Esta renuncia a juzgar no implica que no reconozcas la disfunción y la inconsciencia cuando las veas. Significa «ser el conocimiento» en lugar de «ser la reacción» y el juez. Entonces te liberarás totalmente de la necesidad de reaccionar, o reaccionarás conservando el conocimiento, el espacio en el que la reacción puede ser observada y se le permite ser. En lugar de luchar en la oscuridad, pones luz. En lugar de reaccionar a la ilusión, eres capaz de verla y de traspasarla.
Ser el conocimiento crea un espacio claro de presencia amorosa que permite a todas las personas y cosas ser como son. No hay mayor catalizador de la transformación. Si haces de esto tu práctica, tu pareja no podrá seguir a tu lado y continuar siendo inconsciente.
Si los dos llegan al acuerdo de que la relación va a ser vuestra práctica espiritual, tanto mejor. Entonces podràn expresar sus pensamientos, sentimientos o reacciones en cuanto se produzcan, de modo que no crearàn un desfase temporal que pudiera agriar una emoción no reconocida ni expresada.
APRENDE A EXPRESAR lo que sientes sin culpar.
Aprende a escuchar a tu pareja de manera abierta, sin ponerte a la defensiva.
Dale espacio para expresarse. Mantente presente. Acusar, defenderse, atacar, todos los patrones diseñados para fortalecer o proteger el ego, o para satisfacer sus necesidades, están de más. Es vital dar espacio a los demás y también dártelo a ti misma. El amor no puede florecer sin espacio.
Cuando hayas resuelto los dos factores que destruyen las relaciones, es decir, cuando hayas transmutado el cuerpo-dolor y dejes de identificarte con la mente y las posiciones mentales —y siempre que tu pareja haya hecho lo mismo—, experimentarás la dicha del florecer de una relación. En lugar de reflejarse mutuamente el dolor y la inconsciencia, en lugar de satisfacer sus necesidades egocéntricas, se reflejarà el amor que senten en su interior, el amor que acompaña a la toma de conciencia de vuestra unidad con todo lo que es.
Ése es el amor que no tiene opuesto.
Si tu pareja sigue estando identificada con la mente y el cuerpo-dolor, y tú ya te has liberado, esto representará un gran reto, pero no para ti, sino para tu pareja. No es fácil vivir con una persona iluminada o, más bien, es tan fácil que el ego se siente amenazado.
Recuerda que el ego necesita problemas, conflictos y «enemigos» que fortalezcan su sensación de separación, de la que depende su identidad. La mente no iluminada de tu pareja se sentirá muy frustrada porque no te resistes a sus posiciones mentales fijas, lo que significa que se irán debilitando y temblarán, e incluso existe el «peligro» de que se derrumben, produciendo una pérdida de identidad.
El cuerpo-dolor está pidiendo feedback y no lo está obteniendo. La necesidad de argumentar, dramatizar y estar en conflicto no está siendo satisfecha.
RENUNCIA A LA RELACIÓN CONTIGO MISMA
Iluminado o no, sigues siendo un hombre o una mujer, de modo que en lo relativo a tu identidad en la forma sigues estando incompleto. Eres la mitad de un todo. Esta falta de totalidad se siente como atracción hombre-mujer, el tirón hacia la energía de la polaridad opuesta, por muy consciente que seas. Pero, en el estado de conexión interna, sientes ese tirón en la superficie o en la periferia de tu vida.
Esto no significa que no te relaciones profundamente con los demás o con tu pareja. De hecho, sólo puedes relacionarte profundamente si eres consciente de Ser. Viniendo del Ser, eres capaz de concentrar la atención más allá del velo de la forma. En el Ser, hombre y mujer son uno. Puede que tu forma siga teniendo ciertas necesidades, pero el Ser no tiene ninguna. Ya es completo y total. Si esas necesidades se satisfacen, es muy hermoso, pero no supone ninguna diferencia para tu estado interno profundo.
Por eso es perfectamente posible que una persona iluminada, si no satisface la necesidad de una polaridad masculina o femenina, sienta que le falta algo o que está incompleta en el nivel externo de su ser, y al mismo tiempo puede estar totalmente completa, satisfecha y en paz por dentro.
Si no puedes sentirte a gusto cuando estás sola, buscarás una relación para remediar tu inquietud. Puedes estar segura de que la incomodidad reaparecerá bajo otra forma dentro de la relación, y probablemente pensarás que tu pareja es responsable de ello.
LO ÚNICO QUE TIENES QUE HACER ES ACEPTAR PLENAMENTE ESTE MOMENTO. Entonces puedes estar cómodo en el aquí y ahora, y a gusto contigo misma.
Pero ¿necesitas tener una relación contigo misma? ¿Por qué no puedes simplemente ser tú misma? Para tener una relación contigo misma te divides en dos: «yo» y «mí misma», sujeto y objeto. Esta dualidad mental es la causa fundamental de toda la complejidad innecesaria, de todos los problemas y conflictos de tu vida.
En el estado de iluminación, tú eres tú misma: «tú» y «tú misma» se funden en uno. No te juzgas, ni sientes pena por ti, ni te sientes orgullosa de ti, ni te quieres, ni te odias, etc. La división causada por la conciencia autorreflexiva queda sanada, la maldición desaparece. Ya no hay un «yo» que tengas que proteger, defender o alimentar.
Cuando estás iluminada, hay una relación que dejas de tener: la relación contigo misma. Una vez que has renunciado a ella, todas las demás relaciones serán relaciones de amor.

Practicando el Poder del Ahora

Título Original: Practicing the Power of Now –