jueves, mayo 24

La pareja ideal


En la vida y a lo largo de nuestra existencia se dan numerosos procesos evolutivos, unos conscientes y otros inconscientes, todo depende de nuestro estado de consciencia.

Uno de estos procesos es el reencuentro de almas, que en un pasado cercano o lejano ya estuvieron unidas y que de nuevo el Universo necesita que así sea para dar el salto final a éstas o a una de ellas, así como para implantar en la vida las semillas de luz y esperanza para el bien de la humanidad, procedentes éstas de la unión y amor entre ambas almas; no hay otra forma de que esto sea posible.

Se trata de una fuerte conexión de Ser a Ser, de Alma a Alma, de Corazón a Corazón, y la mejor manera de prepararnos para ello es tener consciencia universal, dejarte fluir con confianza, y sobre todo cuando una de las dos almas está más dormida, pues es el confiar en la otra y dejarte guiar por ese Ser especial que ha llegado a tu vida.

Normalmente casi siempre se dan estos casos, en los que una de las dos almas está más dormida y necesita de la otra para terminar de despertar, y así comenzar las dos juntas con su misión universal que les fue otorgada antes de su venida a esta vida, y con la que ambos se comprometieron como seres de luz con cuerpo físico, por el bien de la humanidad.

Estas relaciones álmicas son excelentes, son grandes regalos del universo, son relaciones en las que ambas partes se unifican para formar un solo Ser, aunque eso sí, sin perder libertad, ni individualidad.

Estas relaciones hacen despertar todos nuestros sentidos, nos ayudan a despertar y reconocer nuestras capacidades y cualidades innatas, nos ayudan a ser dueños de nuestra vida y de nuestra verdadera identidad, somos responsables de nuestra felicidad, nos colman de amor y bienaventuranzas; son relaciones muy especiales que aunque al principio cuesten un poco por todo el proceso alquímico interno que se produce entre ambas almas desde el momento que se reencuentran y se unen, y que a veces ninguna de las dos son conscientes de ello, pero que pasado este tiempo alquímico aparece el equilibrio, la armonía, pasión, plenitud, belleza, perfección, la “iluminación”.

Aveces que estas relaciones no se dan por motivos personales o familiares, ya que nos dejamos arrastrar más por la opinión de los familiares que actúan muchas veces de forma egoísta, y otras veces por nuestra mente y emociones que nos hace dudar, desconfiar ante la belleza y el amor correspondido, nos pone en un estado de comodidad y pasividad, y se va dejando pasar el tiempo, mientras en el otro plano están esperando nuestra actuación para el bien universal.

El universo como siempre respeta la opinión que tomemos y no fuerza situaciones pues se guía por la ley del libre albedrío, y esperará pacientemente durante toda la vida, incluso hasta otra ocasión en que pueda repetirse este reencuentro si en este no se da.

Estas parejas álmicas son unos mágicos espejos en el que uno puede verse en el otro, siendo esta una visión interior de nuestra propia sabiduría, espiritualidad y evolución, y donde podemos ver todas nuestras cualidades-incluso aquellas ocultas y olvidadas por desprecio o desvaloración propia o de terceras personas-, también podemos ver nuestras luces y sombras ( si es que se ha adquirido alguna al coger un cuerpo físico) para seguir perfeccionándonos con la ayuda del otro.

Estas parejas pasan por un proceso que lleva su tiempo, debido a la alquimia interior que se desarrolla en ellas, para poder reconocerse ambas almas mutuamente.

El fundamento de estas relaciones es estar presente y consciente para sí mismo y para el otro, por lo que a través de la meditación nos conectamos con lo más profundo de nuestro Ser y del otro, y a su vez con lo más sutil y amoroso del Universo, alimentándonos desde el interior.

En estas parejas cada uno tiene su camino en la vida y cumple su misión, aunque ambos se acompañen en el recorrido ya que el objetivo es el mismo, y uno complementa al otro, pero cada uno actuando desde sí.

Ambos se encuentran conectados con la esencia y magia de la vida, ambos están inmersos en la plenitud y el bienestar, ambos están llenos de amor y respeto, y ambos participan de un mismo objetivo, que es el que ha sido trazado por el Universo para ellos de forma especial y que nadie más puede cumplirlo, tan sólo esta pareja unida en amor.

En ambos tras la fusión alquímica, comienza un gran despertar interior, una magnífica evolución personal, despierta todo el potencial de sabiduría guardado en el interior, se desarrolla la creatividad porque así es la vida, hay compromiso entre ambos, y entre ambos con la vida, la espiritualidad, con la existencia de todo y todos, incluso de los planos superiores.

Son estas relaciones en las que reina la intimidad, sinceridad, verdad, complicidad, transparencia, respeto, y comunicación, siendo ésta muy importante ya que el alma va a nutrirse de la comunicación que haya entre ambas partes, incluso de la comunicación silenciosa de la mirada o de un abrazo.

Estas comunicaciones son para ayudarnos a seguir mejorando y evolucionando, por lo que también hay que expresar con consciencia aquellos aspectos negativos a trabajar para que con la ayuda de la otra parte y de la alquimia divina sea todo ello transformado en el opuesto de forma positiva, es decir, expresar los propios temores, dudas, miedos, traumas, dolor, necesidades, deseos, pensamientos, fantasías, etc.

Este hecho de “desnudarse” desde el corazón hará sacar del interior residuos que puede que lleven mucho tiempo ahí y que ya es hora de eliminar, hará también derribar barreras negativas impuestas por nosotros mismos como mecanismo de defensa ante el ataque e incomprensión de los demás, y en definitiva todo esto nos ayudará a conectar con nuestra propia autenticidad.

Además de la alquimia de las almas, también hay una alquimia de la propia relación, ya que en dicha integración-fusión de ambas personas, nace una co-evolución, y esta desarrolla la semilla de la “iluminación” que germinará el matrimonio sagrado en el que la pareja seguirá con plena consciencia su camino de conocimiento, exploración, transformación y descubrimiento del otro, un vínculo éste que se renueva constantemente, ya que de él sin hacer nada más, esta pareja está ayudando a la humanidad, a través de toda esa luz-energía-información que se expande en forma de ondas por el espacio, y que llega a todo y a todos, en cualquier parte del Universo.

Estas parejas álmicas están basadas en la amistad, amor, pasión, admiración, sencillez, sinceridad, verdad y vínculo por el bien común.

Pero también la sensualidad y erotismo forma parte de estas parejas, ya que el placer refuerza estos vínculos de pareja, en cada beso, abrazo…

En toda relación, ya sea álmica o no lo sea, debe de haber una valoración recíproca, comunicación, mucha comunicación.

El dar con una relación álmica es un gran regalo, se dan cualidades positivas y reina la felicidad.


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Mis disertaciones

YO NO SOY YO! Yo Soy la que no veo, la que a veces, veo, y que a veces, olvido. La que calla, serena, cuando hablo, la que perdona, dulce, la que pasea por donde no estoy, la que quedará en pié cuando yo muera, la que siente esta energía maravillosa que me embriaga y...

Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría



Tal vez el AMOR sea el tesoro màs buscado por todas nosotras. Trataré de plasmar mi experiencia y las que he visto a mi alrededor en relación al amor y a la pareja. Yo consideraba que en el amor, ya sea hacia mis padres, mis hijos, mis amigos y de pareja había que hacer ciertas concesiones relegando partes de una misma para lograr el acercamiento que permite la relación de intimidad con los seres queridos.


Como no estoy dispuesta a renunciar a mí misma por ganar el afecto de terceros, me sentí condenada a no volver a tener una pareja, ya que al menos en este plano no elegimos a nuestros padres ni a nuestros hijos, lo que me obliga a aceptar características de ellos que pueden no agradarme y aunque elegimos a nuestros amigos, la no convivencia hace que esas relaciones, si bien pueden ser en mayor o menor medida comprometidas, no son relaciones de exclusividad afectiva. La única relación amorosa que tenemos el privilegio de elegir, única y exclusiva, es a nuestra pareja.

Debo reconocer que he tenido una visión muy limitada al respecto y que sentía que lo más importante era estar bien por mí y por mis hijos ya que en este plano físico no se podía lograr el amor hacia otro sin renunciar a mi misma. Mi intención era continuar sola el resto del camino. A pesar de esta convicción he sentido ciertos vacíos internos que no encontraba como llenar ni sobrellevar. Allí comenzó un trabajo interior de búsqueda y enriquecimiento, donde me propuse estar bien conmigo misma. Para ello el primer paso era conocerme hasta tanto pudiera saber con quien convivía. Saber qué me gustaba de mí y modificar lo que no me agradara hasta ser la persona con la que me gustaría convivir, ya que con quien comparto cada segundo de mi existencia es conmigo misma.

Recién al gustarme y aceptarme me podría comenzar a sentir mejor conmigo y mi vida sería más armónica. Creo que en ese punto no me equivoqué, pero no sabía lo que se me iba a dar por añadidura, por derecho de correspondencia, a partir de ser una persona más íntegra, conciente y comprometida conmigo misma.

También he comprendido que no hace falta renunciar a una misma para ser amada, sino todo lo contrario, recién cuando me animé a ser yo en cada momento de mi vida pude lograr lo que consideraba que no existía en este plano físico. Te aseguro que descubrí muchas cosas de mí que desconocía.

Algunas me gustaron y otras me espantaban, pero aprendí a modificar unas y a aceptar otras. Hoy sé que este camino se transita a diario, a cada instante en el que tengo la suerte de estar en este mundo, en el que seguiré estando hasta haber aprendido todo lo que en esta vida esté dispuesta a aprender. Esta es la manera de honrarla y agradecerla. Doy gracias a la vida por haberme brindado el privilegio de vivir, y a todos los seres de este mundo y de todos los mundos que me permiten cumplir con el mandato divino.


Los logros son parte de mi evolución. Cuando llego a algún lugar es porque recorrí el camino hasta allí. Del mismo modo cuando logro algo deseado es porque cumplí con las etapas de aprendizaje necesarias para consumar mi logro.


Así, el primer paso para crecer y concretar mis objetivos es conocerme a mí misma. Eso significa ser consciente de mis fortalezas y debilidades, conocer mis potenciales y carencias y a partir de allí elaborar su desarrollo hasta su manifestación. Lo que llamo autoconocimiento.



Cuando puedo reconocer la Chispa Divina dentro de mí, mi semejanza con la divinidad y recién ahí acepto mis errores, dejo de calificarme y valoro mis logros. A mí me gusta nombrarlo Agni o Chispa Divina, término que usan los hindúes, ya que me recuerda que llevo una chispa de la luz del Budha en mi corazón, solo que las limitaciones del ojo humano no me permiten verla. Si comienzo a reconocer esa Luz que habita en mi, me doy cuenta que todos somos Uno y que ese Uno está en Todos, y así podré reconocerme como una manifestación Divina. Cuando comienzo a ver el amor en mí, puedo reconocerlo en todos los seres y comprender sus errores desde el mismo enfoque del aprendizaje.


Esta estabilización de la conciencia lleva a lo que las distintas tradiciones llaman iluminación, liberación, salvación, o final del sufrimiento.


Cuando El Principito dice "lo esencial es invisible a los ojos", nos está diciendo que no miremos con los ojos físicos sino con los ojos del alma, no desde nuestro Cuerpo Físico sino desde nuestros Cuerpos Superiores, donde nuestra mente no interfiera. Así podremos "ver" lo que realmente es importante y sin duda, como somos amor, comenzaremos a vivir desde el amor. Sin duda seremos más felices y nos iremos generando un mundo mejor.

Todas las relaciones son duraderas en la medida que se produzca un intercambio equilibrado entre los seres que la componen. La palabra clave es equilibrio. La segunda palabra para ayudar a realizar la idea más plena es ritmo. La palabra final, que da a luz todo el proceso contínuo de crear juntos local y universalmente, es intercambio. Si las pongo juntas, tengo intercambio rítmico equilibrado. En la vida real y práctica, nuestro homólogo llegará a nuestra vida cuando lo deseemos con suficiente fuerza.

Después, el que ese intercambio continúe o no y el que continúe con esa persona depende totalmente de qué se dé y se reciba entre los dos con igualdad. Si una parte de la pareja en la unión es un recibidor, entonces la unión se disolverá muy pronto, con independencia de lo atractiva y maravillosa que parezca en la superficie. La naturaleza siempre establece el mayor ejemplo de sabiduría alrededor de nosotros. La naturaleza nunca toma, únicamente da. Sólo los humanos, actuando como cocreadores, tomamos y nos destruimos a nosotros mismos y a la naturaleza junto a nosotros. La ley del amor nunca cambia, simplemente da lo que se le haya dado ¡y la abundancia fluirá para siempre! Considerando mis propios hábitos de vida.



¿Soy una tomadora o una donadora?

Debo ser auténtica en mi juicio porque no puedo engañarme a mí misma, ¡y cualquiera que se engañe es el más engañado de todos!

Cuando reciba mi parte equilibrada, presidirá la armonía. Lo opuesto ocurre cuando alguien está carente, aunque no se diga o haga nada en ese momento. Llevamos dentro una gran sabiduría pero casi nadie encuentra este antiguo tesoro ya que està cubierto por montañas de sufrimientos.

Cuando atraigo a alguien es porque nos equilibramos recíprocamente. Somos reflectores o espejos maravillosos el uno del otro. El crecimiento de una naturaleza personal puede ahora ser acelerado inmensamente. Lo que es importante no es lo que puedo obtener de una relación, es lo que puedo aportar a la misma. Si hay un desequilibrio obvio entre mi pareja y yo, debo considerar primero qué es lo que yo puedo hacer al respecto. ¡Cuando señalo con el dedo a mi alma gemela, estoy señalándome a mi misma!

El tiempo de la conciencia de víctimas pertenece a las eras pasadas. Este es el conocimiento de la Era de la Voluntad. Nadie hizo Mi realidad, es enteramente autocreada. Si no me gusta debo cambiarla ¡Normalmente un simple cambio de actitud hace milagros!


Resumiendo:

Una verdadera pareja es la otra mitad de lo que soy.Cuando dé todo de mí, lo recibiré de vuelta. Mi vida estará plenamente satisfecha. ¡Me lo gané yo misma!


Cabe destacar que cuando me refiero a una relación de pareja hablo de par, al lado y no todas las relaciones que intentamos llegan a ser una pareja sino sólo relaciones afectivas.
Debo considerar que me relaciono con los demás según lo aprendido en los primeros años de mi vida.


Aprendí del amor a través de mis padres, inicialmente de mi madre en una relación de neta dependencia, ya que fué la que me abasteció para sobrevivir en su vientre, al nacer necesité que me proveeran de alimento y abrigo. Luego me relacioné con mis hermanos, familiares y más tarde con mis amigos. Es en ese momento cuando comencé a modificar mi forma de recibir amor, ya no tanto desde la necesidad de sobrevivir, sino de relacionarme. Pero aún sentía el mundo latiendo en torno a mi. El crecer significó tener cada vez más la noción de una realidad cambiante, donde los demás ya no están exclusivamente dedicados a cubrir mis necesidades, sino que también solicitan una devolución de mi parte.

En la adolescencia comencé a relacionarme con el sexo opuesto y redescubrí nuevamente mi concepto del amor. Considero que para poder establecer relaciones sanas y satisfactorias, al llegar a la madurez debería haber modificado mi concepto del amor, ya no sintiéndolo como relaciones de dependencia, competencia, abastecedoras de nuestras necesidades de dar y recibir, de protección y seguridad, sino generando un ideal de pareja personal, diferente al modelo de nuestros padres o a los que la sociedad imponga. Esto, a mi criterio, es el trabajo personal más importante que hago por mí misma y me conduce al autoconocimiento y al reconocimiento de la divinidad en mi.

Cuando lo logre, el resto se me dará por añadidura.Si genero una relación tierna y cariñosa conmigo voy a atraer la misma energía en mis relaciones, ya
sea de pareja, amigos, y generaré una mejor relación con mi entorno familiar. Tal vez deba dejar atrás a algunas personas que en otro momento fueron importantes en mi vida para dar espacio a aquellos que nos ayudan a crecer, a madurar.

Al final de este camino me encontraré conmigo misma y desde allí podré relacionarme desde una posición de mutuo crecimiento, aprendiendo a darme y recibir, aceptando y respetando a otro ser y a mi misma desde una posición adulta que me ayude a crecer. En definitiva la "iluminación" no es más que poder reconocer la Divinidad en cada uno de los seres en su total y absoluta manifestación. No quiero decir que sea una tarea fácil ni sencilla, me lleva muchas vidas realizarlo. La mejor forma de volver a mi esencia es encontrarme en el espejo que representa para mi mis semejantes. La relación donde más aprendemos es en la relación de pareja, ya que implica una entrega total.

En "La sonrisa de Eros" 
la relación que más nos enriquece en nuestro crecimiento es la relación de pareja. El relacionarnos desde lo etéreo, no sólo desde lo mental. El Universo es mente, el ser humano aprendió a vivir desde lo mental y así fue como desvirtuó su esencia. El relacionarnos desde los sentimientos nos prepara para "ver" desde lo emocional, desde la percepción y así nos acercamos a la divinidad.


"Que nadie se ponga en guerra contra Eros, porque ponerse en guerra con él es atraerse el odio de los dioses. Trataré de merecer la benevolencia y el favor de este dios para que me proporcione la otra mitad de mí misma, la felicidad que alcanzan muy pocos... Sea lo que se quiera, estoy segura de que todos seremos dioses, hombres y mujeres, si gracias al amor encontramos cada uno su mitad y si volvemos a la unidad de nuestra naturaleza primitiva. Ahora bien, si este antiguo estado era el mejor, necesariamente tiene también que ser mejor el que se le aproxime en este mundo, que es el de poseer a la persona que se ama según se lo desea."

El amor de una pareja no está en la mera subjetividad del sentimiento (lo afectivo), sin prescindir de éste puesto que hace a la fundamental función de la ternura, sino en lo efectivo, en las acciones que concretan el amor. No es por lo que siento solamente sino, de modo preponderante, por lo que efectivamente doy que mi amado puede reconocer mi amor por él. Sin duda no se trata, reductivamente, del "dar cosas", sino de darme con toda mi persona y con "mis cosas" también. El amor es acción oblativa, donación.


Es la oblación la que asegura a cada uno de los amantes la realidad y calidad del vínculo.


Erich Fromm cuando habla del amor maduro y auténtico lo caracteriza como:


1-preocupación por la vida y desarrollo del otro miembro de la pareja.

2-responsabilización por las necesidades físicas y emocionales del otro.

3-capacidad y respeto para aceptar al otro tal como es.

4-percepción de la propia individualidad

5-conocimiento de sí mismo, del otro y del vínculo amoroso.

6-no-posesividad, ni incorporación o destrucción del otro

La identidad con el Buddha es lo máximo. Cuando sabemos que nosotros y Buddha somos una Mente, Un Cuerpo y un Propósito, absolutamente nada puede impedirnos tener lo que deseamos.

Nuestro Buddha de amor nos dio una parte de Sí mismo para que podamos vivir con Él en el Universo. Este simple acto de amor es literalmente lo que hace que el mundo gire. Lo que nos es dado debe ser dado de nuevo a otra persona: esta es la ley Universal.



Madre Teresa de Calcuta:

Aprendan que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que pueden hacer es dejarse amar.



Retener a la fuerza a las personas que amamos, las aleja más rápidamente de nosotros, al dejarlas ir, las dejamos para siempre a nuestro lado.


Aprendamos que amar y querer no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige todo, el amor lo entrega todo.
Nunca haremos nada tan grande para que nos amen más, ni tan malo para que nos amen menos. Simplemente, el Buddha inherente nos ama a pesar de nuestras conductas.


Tipos de Pareja:
Pareja: par, al lado, al mismo paso.

Existen tres tipos de parejas según nuestro nivel de evolución.

Parejas de conflicto:
son aquellas donde sentimos una gran atracción pero nos relacionamos a través del dolor. Nuestro aprendizaje pasa a través de desencuentros, malentendidos, y situaciones discordantes. Esto no significa que no haya amor, significa que todavía tenemos cosas que aprender y son parte de nuestro proceso evolutivo.

Parejas dármicas:
Son aquellas cuyo modo de relacionarnos es más simple y tranquilo. Son aquellos vínculos donde crecemos juntos, aprendemos juntos y nos relacionamos armónicamente.

Parejas de gemelos:
son aquellas donde las afinidades en el sentir y en el modo de ver la vida son indiscutibles. Son las parejas del alma. Se da en dos seres que tienen vivencias semejantes, gustos parecidos y una conexión interior mucho más profunda de lo habitual.


Según la Mitología, los gemelos en el primer momento de la evolución fueron uno. Tan grande era su poder que desafiaron a los dioses. Así fue como fueron seccionados (de ahí que se formaron dos sexos) y comenzaron separados su ciclo evolutivo.

En "El banquete" de Platón es donde encontramos explicada esta idea de las 
almas gemelas.

Aristófenes comenta que los seres humanos fueron en los orígenes dos personas en un solo cuerpo, con dos cabezas, cuatro brazos y cuatro piernas. Rebosantes de satisfacción y en una integración perfecta, andaban extasiados de un lado al otro y se sentían capaces y deseosos de hacer casi cualquier cosa. Eran orgullosos y arrogantes, y tenían una fuerza y vigor formidables. Así fue como se atrevieron a atacar a los dioses. Zeus (el Dios Supremo por entonces) no quiso matarlos sin más pero los separó en dos, con lo cual les restó poder y felicidad, y los condenó a pasar su vida ansiando el momento de reencontrarse con su otra mitad.

Cada mitad anhelaba encontrarse con la otra mitad, de la cual la habían separado. Cuando lo hicieron, se dieron un abrazo muy fuerte, desesperados por volver a unirse, y así acabaron dejándose estar y muriendo de hambre, pues sólo se preocupaban por estar juntos. Al morir un miembro del par, el que quedó solo salió a buscar y abrazar a otra pareja, que podía ser la mitad de un todo femenino (lo que hoy conocemos como mujer) o masculino.

Data de esa época, entonces, el amor innato que los seres humanos sentimos por el prójimo, el amor que nos lleva a querer fundir dos seres en uno y regresar a nuestro estado primigenio, para así curar las heridas de la humanidad.


Parejas Gemelas:

La Era de la Voluntad está aquí. Las almas gemelas y los compañeros del alma están caminando uno a uno para alinearse entre sí. Hombre y mujer están disfrutando del sagrado éxtasis del alma y espíritu (la totalidad del Yo) que impregna el núcleo del Ser.

Hasta que se produce esta unión dual equilibrada, la vida en solitario continúa siendo un anhelo persistente e incansable, una profunda añoranza de encontrarse con lo que desea nuestro corazón y nuestra mente. En realidad, las almas gemelas nunca están realmente divididas. Somos indivisibles. Únicamente en los niveles de la forma parece que existen las divisiones. Lo mismo que cada célula del cuerpo se divide y se reproduce en miles de millones de células, siguiendo cada una de ellas el patrón exacto impreso dentro de ellas, así ocurrió la división del -Yo o Yo soy- que es el mismo Buddha

Conocerse a sí mismo es conocer el Yo-Buddha inherente, que habita en mí. Es importante, si vamos a emparejarnos con la pareja del alma, conocernos a nosotros mismos. El "conócete a ti mismo" atribuido a los griegos se remonta a mucho antes de la Antigüedad. Los griegos simplemente retomaron la gran verdad subyacente: hasta que conozcamos nuestra propia cualidad y sustancia, es imposible conocer realmente la cualidad y sustancia de los demás, y específicamente en nuestra alma gemela.

Jesús, el bodisatva dijo: Las almas entrarán de a dos en el Reino de los Cielos, siendo sólo una.

Desde esta óptica se puede lograr la transmutación, la iluminación a través del amor. Esta conexión no se siente desde el plano mental ni desde el emocional, sino desde el etérico. Es la conexión más profunda que un ser humano puede sentir en el plano físico, terrestre.

Es una conexión cósmica con la Energía Universal, y con el Todo que es el Uno Indivisible, somos parte del Cosmos ya que nuestra esencia, agni, nuestra Chispa Divina es la misma en todos los seres, todos somos parte del Buddha inherente.

Desde el Nivel Físico:

Numerosos estudios mencionan dos etapas en el amor de pareja:

Una primera muy intensa, pasional, de involucrarse, y una segunda más tranquila, de amor estable y cierta familiaridad en el vínculo.

Varios investigadores de la neuroquímica han demostrado que en el primer período (que parece durar entre 18 y 36 meses) se segrega un neuromodulador, la Feniletilamina (FEA) que vendría a ser una especie de anfetamina natural. Esto da como consecuencia que en ese período se esté exaltado, eufórico, apasionado, alegre, despierto, inagotable, atolondrado, optimista, sociable y pletórico en fin, enamorado.

Cuando se interrumpe una relación en este primer estado de enamoramiento, nos produce una baja súbdita de FEA, derivado de la Anfetamina con efecto adictivo en el organismo, y es lo que nos hace sentir una sensación de decaimiento, abulia y depresión, que además del costo emocional ocasionado muchas veces más por la pérdida de la ilusión de haber encontrado un compañero, que por la persona elegida, es la sensación corporal de abstención a una droga producida por nuestro organismo.

En un segundo período, cuando la relación continúa, se extingue la FEA y se reemplaza por las Endorfinas, otros neuromoduladores similares a la morfina, que nos apagan la pasión y nos sumergen en un estado de placer tranquilo, de apego, de unión familiar, de serenamiento, de estabilidad, tranquilidad y paz. Suena atractivo pero, de ser cierto este enfoque, se pagaría el precio de haber perdido la pasión y caeríamos en la rutina.

Sin embargo existen parejas que tienen la sabiduría para poder sostener el amor apasionado y construir el propio conjuro que aleje la rutina.

La clave podría estar en nuestro cerebro. Es el cortex cerebral el que nos permite pensar acerca del amor, anticipar un encuentro o gozar posponiendo un placer esperado. Es el asiento por excelencia de lo que llamamos deseo, y también es la corteza cerebral el lugar donde está registrada la huella de memoria que determina qué tipo particular de persona o gesto nos atrae y cual no logra conmovernos. Son los llamados Mapas de amor.

Entonces sería posible que la clave para sostener el apasionamiento sea hacerle una artimaña a nuestro cerebro para que continúe fluyendo la FEA. Centrar nuestra atención en ponerle seducción y erotismo a cada día, sin distraerse en excusas cotidianas.


Desde el otro extremo de la polaridad:

Las lecciones que cada uno de nosotros aprende sobre el amor (según Freud en nuestros primeros dos años de vida) los llevaremos con nosotros por muchos años. Nuestros padres son nuestros maestros más eficaces, incluso cuando nos enseñan en desventaja nuestra. Quizás nos enseñaron a no esperar amor. Esa clase de lección nos dejará ciegos ante la presencia del amor, incluso cuando esté ahí, plenamente desplegado ante nosotros.

Y, a la inversa, quizá se nos haya enseñado que el amor es un don al que siempre tenemos derecho, y nos engañemos a nosotros mismos pensando que está ahí delante nuestro, y esto nos impida el buscarlo si en realidad se encuentra muy lejos.

Como parte de nuestra formación amorosa. Se nos enseña a temer las sombras del lado oscuro del amor, aquellos aspectos de las relaciones que creemos impedirán el amor o que lo destruirán. No aprendimos, por ejemplo, que con el amor llega también el dolor y la ira, el daño y el resentimiento, la pérdida y el deseo de venganza, es decir, todos los sentimientos detestables que constituyen la otra cara del amor, y que esta parte subterránea del amor es tan inevitable y tan necesaria para el crecimiento como es la salida del sol y la oscuridad de la noche para el crecimiento de las plantas.

Al considerarnos individuos decentes, cariñosos y morales, declaramos que el odio no tiene lugar alguno en nuestros corazones. En el mejor de los casos, estamos dispuestos a admitir una cólera o incluso un sentimiento de ira pasajera contra las personas queridas, pero negamos con vehemencia la posibilidad de que podamos odiarlas tanto como las amamos. Consideremos odio al sentimiento emocional personificado como la agresión, cuando va acompañada por la cólera, la ira, el dolor o el deseo de venganza.

Si consideramos atentamente nuestras relaciones nos daremos cuenta que buena parte de lo que sucede en nombre del amor tiene mucho más que ver con el odio, la cólera y la ira que con el amor. En ocasiones, el odio se disfraza de amor, como un lobo con piel de oveja, que amenaza a la persona amada o a uno mismo. Cuantas veces escuchamos hablando a alguien que quiere reconciliarse con su pareja, que la ha dejado por otra persona. Al escuchar este tipo de discursos queda cada vez más claro que su profesado amor tiene más que ver con su propia inseguridad, con su temor que no haya otra persona que la desee y con la incomodidad de sentirse cerca de los demás. Este llamado amor por otra empieza así a parecerse cada vez más a un odio contra sí mismo. En ocasiones sentimos que odiarnos a nosotros mismos es una alternativa más cómoda que odiar a nuestros seres queridos.
Al tratar de ocultar partes de nosotros mismos, o al ocultar partes de nosotros mismos ante los demás, esos restos dejados de lado acabarán arrastrándose invariablemente ante nosotros sin aviso previo, sin que su presencia haya sido deseada. Eso es particularmente cierto cuando nuestros sentimientos contradicen nuestras creencias más queridas, nuestras ideas más básicas sobre lo que deseamos, las expectativas sobre lo que merecemos o el concepto sobre lo que deberíamos ser.

Al pensar de un modo y sentir de otro distinto, y al estar acostumbrados a conceder a nuestros pensamientos y deberes el trono de la primacía, podemos llegar a sentirnos desconcertados ante la intrusión de sentimientos inesperados.

Jung habló mucho sobre esos aspectos ocultos e inconscientes de nosotros mismos. Para resaltar su naturaleza oscura, llegó a llamarlos el lado oscuro de nuestra psique. Pero, tal como dejó claro el propio Jung, lo destructivo para el amor no es la existencia de sentimientos oscuros, sino más bien el que intentemos alejarnos de ellos.

Los lados oscuros del amor están en nosotros y forman parte de nosotros. Si aprendemos a reconocerlas y canalizarlas de manera positiva, son el más grande aprendizaje que podemos hacer en el camino de lograr un amor maduro y real, desprovisto de lo ilusorio.

Uno de los mayores enemigos del amor maduro es la literatura sobre el amor, en la que desde los cuentos infantiles se espera la llegada del príncipe azul que nos resolverá todos los problemas y nos hará incondicionalmente felices, en la que se nos muestra el amor como paliativo del dolor como por arte de magia. Podremos conectarnos con el amor cuando aprendamos a reconocernos como la totalidad que somos, con todos nuestros matices y podamos aceptarnos plenamente.
Las sombras no son, en realidad, más que la otra cara de la luz. La meta es Iluminar los sentimientos de las sombras que hay en nuestra psique y, en consecuencia, debilitar su potencia destructiva.


Dios no le dijo a Moisés si era bueno o malo. Se limitó a decir YO SOY.

Por lo tanto, Él es todo lo que existe bajo el sol: El rayo que destruye la casa y la mano del hombre que la construye.

Del mismo modo el ser humano no es bueno o malo, hace lo que puede según su nivel de conciencia.



Etapas de la pareja:
Podemos reconocer algunas etapas con relación a la evolución de una pareja madura, a saber:

Etapa de fusión simbiótica
originada en el deseo de alcanzar el alimento emocional del que carecimos en nuestra infancia, que lleva a cortar temporalmente con otras actividades o amistades para pasar la mayor parte del tiempo juntos y conocerse. Se establece un vínculo profundo emocional.


Deseo de compañerismo

Inserción en la comunidad que constituye una forma emocional concreta de relación.


Compartir a nivel de comunicación de nuestro interior con el valor suficiente de superar los inevitables obstáculos de compartir dos verdades diferentes.

Comunión, es el reconocimiento profundo del ser de otra persona. Es una forma de intimidad más profunda y sutil que la compañía y comunidad en el nivel de la razón y el conocimiento.

Unión completa con la persona amada

Se dirige hacia lo infinito, absoluto y divino. Las parejas que comparten una relación profunda ser a ser, mantienen un buen nivel de comunicación, que tienen intereses y valores comunes y disfrutan de la compañía del otro, logran establecer un equilibrio ideal entre el cielo y la tierra, que ayuda a trascender la individualidad siendo sin embargo individualidades separadas.

Toda relación es una oportunidad de descubrir el camino sagrado del amor cuya llamada nos alienta a cultivar la plenitud y la profundidad de nuestro ser.
El punto más elevado de la relación amorosa apunta al logro de un sentimiento de hermandad con toda forma de vida, el amor por el universo; sólo de ese modo puede convertirse en luz y poder iluminado.

Cuando dos personas se preocupan por el desarrollo de la conciencia y el espíritu de su pareja, tienden a compartir su amor con los demás.
Una pareja florecerá cuando su visión y actividad no se centre exclusivamente en ellos mismos sino que sean capaces de incluir a la comunidad en la que participan. Ese es el gran amor y el gran camino que nos conduce hacia el mismo corazón del universo.
Conclusión:

Lo expuesto es una breve síntesis de mis observaciones y experiencia personal. Soy conciente de que esta tarea es parte de la vida misma, sólo que si tengo claro que es así, acelero mi aprendizaje y me permito tener más momentos de felicidad.

No sé si sería exacto describir pasos a seguir en este camino, creo que cada uno puede encontrar su manera de transitarlo, pero para mí las claves son la tolerancia, la voluntad y la perseverancia.

Si realmente asumo el compromiso conmigo misma de tener una vida mejor, más saludable y más felíz, tengo que tomar conciencia de que depende absolutamente de mí y lo puedo lograr si no disperso mi energía, si me observo a cada instante, en cada situación que la vida me ofrece. El trabajo personal es cotidiano y se ven los progresos cuando comienzo a recoger los frutos, cuando de pronto miro hacia atrás, sólo para tener una referencia de cuanto camino he transitado y me doy cuenta del progreso, y que he invertido mi energía en ser una persona más íntegra.
Con respecto a mi experiencia personal, puedo decir que a partir de mis cambios, se produjeron modificaciones en mi entorno más cercano logrando más armonía y mejor comunicación. Además de encontrarme conmigo, mi alma gemela viene en camino, al menos eso creo. Actualmente estoy disfrutando este momento de mi vida. Esto no significa que no tenga dificultades, pero trato de tomar los problemas como obstáculos que me están enseñando lo que me queda por aprender en esta vida, preguntándome para que se me presentan.

Aprendí que este plano no es más que la escuela donde me graduaré para elevarme a un plano superior, donde tarde o temprano todos volveremos a encontrarnos ya que somos la misma esencia. Partimos de la Esencia Divina y alli volveremos para gozar de la gracia y de la felicidad completa que es el AMOR
.

Quiero agregar también, que he tenido una gran pasión que me nutre, me llena, me anima, me halaga, me envuelve, me erotiza, me transforma y es mi amor por el ARTE. En el libro del FilòsofoFernando Savater, encontrè lo siguiente (lo comparto): "ARTE es la destreza en un determinado àmbito pràctico, cuyos principios generales bàsicos pueden aprenderse (y por tanto enseñarse) mientras que sus màs altos niveles de excelencia carecen de reglas precisas y sòlo pueden admirarse en el ejercicio de ciertos individuos sobresalientes.En consecuencia, ARTE es aquella habilidad que una vez aprendida, aún no se domina del todo y admite grados muy diversos en el acierto o estilo propio con que se desempeña"Tomado de El valor de elegir (Antropologìa de la libertad)Capìtulo 4 -Entre lo bueno y lo malo- Fernando Savater Catedràtico de Filosofìa de la Universidad Complutense de Madrid.

Actualmente soy Budista de Nichiren Daishonin y me desempeño como Terapeuta de Sanacion de EFT (Emotional Freedom Techniques) holística, y soy Sensei Reiki master Usui (hago imposición de manos y trabajo con la energia Universal) de la misma manera que equilibro los chakras.Comento esta frase que me parece tan acertiva:
No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, 
ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo.
Que la Luz del Buddha y del cristo cósmico descienda hasta las profundidades de tu ser. Que puedas ser otra brillante estación de luz dentro del arco ascendente del Buda en ti. ¡Que pueda un hilo dorado de conciencia unirte pronto con tu propia atractiva alma gemela! *Om mani padme hum. *Om Namah Shivaya. *Namasté. Bendiciones 100PRE

Te ofrezco este regalo de amor y me despido con este mantra altamente poderoso 


NAM MYOHO RENGE KYO


Anita Almarza
Terapeuta Reiki Master Usui
Terapia de EFT (Emotional Freedom Techniques)
Tecnica de liberacion emocional
Yo comprometo mi corazón y mis manos para la sanación de todo SER. Pongo amorosamente a disposición la aplicación de terapia alternativa de sanaciòn REIKI
¸.•*´¨`*•.¸¸.•*¨*•.¸¸Nam Myoho Renge Kyo´¨`*•.¸¸.•*¨*•.¸¸.•*´¨ `*


REIKI es una antigua forma de sanacion desarrollada en Japon por Mikao Usui Sensei y trata sobre "El Arte de Sanar"  a todos los niveles: fisico, mental y espiritual a traves de mis manos. A traves del Reiki se le recuerda al alma su verdadera esencia, produciendo cambios en la estructura quimica del cuerpo, en la regeneracion, de huesos, organos y tejidos y elimina del campo energetico los pensamientos y sentimientos que han originado el desequilibrio, restituyendo la fuerza autocurativa del cuerpo, la confianza en la vida y la alegria


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miércoles, mayo 23

Fibromialgia


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Sonidos para armonizar los chakras - Primer Chakra (Raíz) 1/7



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Danza de Los Chakras



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7 minutos 7 chakras - Armonizando los chakras



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lunes, mayo 21

DRAGÓN, LA HIJA DEL REY

DRAGÓN, LA HIJA DEL REY

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Bodisatva Kuan Yin: La hija del Rey del dragón.  Diosa del Amor. Kannon Shokakanzeon Bosatsu (en Japonés)
Su nombre significa: "Quién contempla el (suplicante) sonido del mundo" o "Aquella quien quiere, observa y oye el sonido del mundo". Las representaciones de Kuan yin, a menudo van vinculadas a las del Dragón, poderoso símbolo de espiritualidad, sabiduría, fuerza y poderes divinos de transformación.
Rescatará a cualquiera que acuda a ella en momentos de crisis. Su forma y atributos son ya un llamado al corazón de los que la ven para que despierten en ellos sus cualidades.
Kuan yin ha hecho voto de permanecer en este plano (terrenal) y no entrar en los reinos celestiales hasta que todas las demás entidades vivientes hallan completado su proceso de iluminación y se liberen del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento (samsara). 
Bodisatva de compasión
Se le atribuye especial poder ante los peligros producidos por el agua, los demonios, el fuego o las armas. Diosa Madre al fin, oye las oraciones de aquellos que desean tener descendencia. Tiene un rosario de cristal blanco en su mano derecha y un loto en su izquierda.

En la teología Budista Kuan yin es a veces presentada como el capitán de el "Barco de la Salvación"
En muchas imágenes, se la representa llevando las perlas de la iluminación.
También lleva un libro o pergamino de oraciones en su mano, representando el dharma (enseñanza) de Budha o el Sutra del loto (texto Budista) el cual tiene que recitar constantemente; y un yutsu (rosario) adornando su cuello con el cual ella invoca a los Budhas por su socorro.

Como dice el Sutra del Loto sobre Kuan yin: "recurre a varios recursos o medios, viajes por el mundo, llevando los seres a la salvación. Apareciendo frecuentemente en el cielo o sobre las olas, para salvar a los que la llaman en situaciones de peligro, o al lado de personas enfermas, sobre las que rocía unas gotas de su agua y ¡curación milagrosa!.

Bodisatva Kuan yin (la hija del Rey dragón) es la manifestación del principio femenino, la Madre o matriz Cósmica, similar a otras figuras de culturas y religiones de profundo abolengo histórico como María en el Cristianismo, Isis en el Egipto antiguo; Tara en el Budismo Tibetano; ShaktiParvatiSita Radha en el Hinduismo, etc.
Kuan yin es una entre las miriadas de Yidams, pero una que es ampliamente reverenciada en todo el budismo Mahayana del extremo Oriente (Korea, Vietnam, Thailandia, China, Taiwan, Hong-Kong...). Ella no es distinta de Avalokiteshvara (India) o Chenresi (Tibet) o Kwannon, Kanzeon o Kanjizai (Japón). Como bodisatva o proyección luminosa del absoluto que personifica la Compasión, está libre de condicionamientos para adoptar cualesquiera formas y nombres.


Todos los seres tenemos el potencial de la realización absoluta, existe un Yidam (Tibetano) Ishta-devata (Sánscrito) en nuestro corazón en este mismo momento, el que nos corresponde por naturaleza y cualidad del alma. Lo mejor es dirigírsele y pedirle que se nos revele, si aún no lo hemos encontrado entre la variedad de formas de lo Divino que la humanidad ha reconocido.

Ella encarna la Compasión y la Sabiduría en perfecta unión, y se manifiesta como la actividad salvadora y protectora. Verdaderamente, se encuentra reflejada como en un espejo en religiones de todo el mundo; como Rosa Mística en la Cristiandad y Tara en el Vajrayana. Como Kuan yin preside la enseñanza suprema del Buda Sakyamuni: "el corazón de la sabiduría esencial" (la "Prajñaparamita Hridayam"), la doctrina Mahayana de la vacuidad.

Kuan yin es una bella joven, sin embargo en otros tiempos Ella existió como un joven varón. El se llamaba Avalokita ("el que contempla a los seres") en India, y Chenresi en Tibet -del que se considera el patrón y la deidad budista más popular. Mientras habitó en esos paises como el bodisatva celestial de la Gran Compasión, poseyó nombre y forma masculina; pero en su emplazamiento posterior en China es cuando decidió transformarse, seguramente para contribuir al cambio de polaridad planetario -en la nueva era que comienza- donde la mujer y los valores que representa han de pasar al primer plano y equilibrar la vida humana y terrena, tras muchos milenios de dominio del aspecto masculino sobre la conciencia colectiva.
Kuan yin más tarde viajó a Japón, Korea, Vietnam, Thailandia, Singapur... y hoy dia a Occidente. Ya siempre ha conservado desde entonces su identidad y forma femenina, siendo conocida como Kwanon, Kwan Am y otros nombres en todos esos países del budismo Mahayana.



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¡ANIMO! TODO LLEGA...

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Sólo debemos fluir con el río de la existencia.

Formo un majestuoso corazón, con el fraternal sonido de este mensaje, para que sientas el latido de la sublime luz que ahora te envuelve. No intentes comprender estas palabras a través de la razón, pues vibran en otra frecuencia que tu alma reconoce. Mi espíritu pulsa estas letras doradas, que viajan hacia tu espacio interior sagrado, para que la intensa espera no resquebraje tu confianza en el inminente despertar humano. Animo. Todo llega.

Aunque a veces no lo recordemos, también vinimos con la intención de aprender y eso seguimos haciendo. Estos son momentos especiales, en donde uno descubre nuevos niveles de comprensión gracias a las vivencias. Por increíble que parezca, en el camino de ascensión siempre hay una vuelta de tuerca más, que nos permite reconocer la infinita sabiduría que fluye por el mágico entramado de la escuela de la vida, donde todo enseña.

¿Suponíamos que habíamos desarrollado el temple necesario como para saber esperar? Una cosa es aguardar en un contexto armónico, sin mayores sobresaltos, pero otra muy diferente es aprender a esperar en el límite de nuestras fuerzas, en medio de un contexto agitado y hostil, donde todo transcurre con demasiada celeridad. No desesperes. Estas aleccionadoras instancias liman las impurezas y dan un atractivo brillo a la constancia.

¿Comprendes por qué se remarcaba tanto la importancia de haber encarnado en esta era? En este tramo final, una a una caerán nuestras supuestas verdades a medida que nuestros cuerpos se abran –a través del amor- hacia las dimensiones más profundas de nuestro Ser. No temas. Sé que cuesta reconocer que pronto te reirás del punzante eco mental que hoy te aturde al reprocharte que tal vez todo fue en vano, por eso insisto en que confíes.

Sientete en paz. Hiciste lo necesario. Tus manos están vacías. Diste aquello que traías para ayudar a humanizar. Ahora es tiempo de una paciente espera activa, donde ya no serás consciente de tu fecunda entrega, pues forma parte de tu naturaleza cristalina. Recapitular cada experiencia te permitirá descubrir el hilo invisible que todo lo unió, dando sentido, incluso, a las pequeñas cosas que en su momento nada parecían tener con tu vida.

Este cálido y vibrante corazón que hoy te ha abrazado, es el signo irrebatible de una naciente humanidad, más sensible y despierta. Sus bellos latidos te recuerdan que los últimos pasos de un desafiante camino siempre parecen eternos, pero es sólo una ilusión. No olvides que con tu sonrisa se multiplica la alegría que nutre la esperanza. Sigamos aprendiendo, con fe y entusiasmo, bajo la hermosa luz del Sol. Animo. Todo llega.





Gracias

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Eres mi puerta al futuro

la luz del universo resplandeciente

lo que hoy admiro y amo

la flor que permanece firme

la brisa que sonríe a la mañana

mi paz, mi pensamiento libre

la calma de lo ayer pisado

una esencia, una idea sublime

por ti hoy renacen las cenizas

se vuelven blancos todos los grises

digo adiós a un pasado terco

dejo fluir en mi, nuevos matices

me despido de ti dolencia

aunque me acompañaste en mi silencio

abro ventanas, no cierro puertas

vivo lo real de cada sueño...



Gracias por recordarme

que no todos los poemas

son palabras tristes

que la soledad puede cambiarse

que es mi decisión y que de mi depende

la felicidad.

Te amo





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"No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo"

"En mis relaciones siempre hay una maravillosa armonía. La persona a quien ahora busco también me busca"

Anita

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Los 7 hábitos de AMOR

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Los 7 hábitos de AMOR







Los siete hábitos mortales







Muchas personas tenemos estos 7 hábitos mortales, sin darnos cuenta de ello:











1. Castigar







2. Quejarse







3. Culpar







4. Amenazar







5. Perseguir







6. Criticar







7. Sobornar















Estos hábitos conducen a que la mayor parte de sus problemas emocionales estén directamente vinculados con el hecho de que usted ha aprendido a tratar de controlar a las personas que lo rodean. Aprendemos esos hábitos en nuestra infancia de maestros, padres, abuelos y otros.











EJEMPLO:







Limpia la habitación, sino, no hay televisión para ti esta noche (castigo).







Esas galletas que preparé serán para ti cuando todo esté limpio y ordenado. (soborno).







Después de pasar años expuesto a esta forma de manipular, finalmente comienza a utilizarla también. Probablemente se limpiará la habitación, pero no quedará una buena relación.







El problema práctico de tratar de controlar a otros es que, cada vez que usted cumple, soborne, se queje, critique, castigue o amenace a alguien, encontrará resistencia, le responderán, lucharán; de hecho la ignorarán, mentirán, harán las cosas a escondidas o acudirán a un millón de medios, para hacer que usted retroceda. Es simplemente la naturaleza humana.







Estamos genéticamente programados para resistir cuando alguien nos trata de obligar a hacer algo que no queremos. Tal vez sea más pronunciado en una persona que en otra, pero a menos que usted reconozca lo que está haciendo y aprenda a buscar lo que desea en una relación, sin tratar de controlar a los demás, todas sus relaciones se convertirán en una lucha por el poder que harán sufrir a todos los involucrados.















EN CONTRAPOSICION…















LOS 7 HÁBITOS DE AMOR DE LAS PERSONAS REALMENTE FELICES







La mejor manera de eliminar los 7 hábitos mortales es reemplazarlos con los 7 hábitos de amor:







1. Apoyar







2. Estimular







3. Escuchar







4. Aceptar







5. Confiar







6. Respetar







7. Negociar las diferencias.















Pareciera fácil, ya que lo único que uno necesita hacer es aceptar a la gente tal como es. Pero, al igual que muchas cosas valiosas en la vida, los hábitos del amor son más difíciles de poner en práctica de lo que uno podría imaginar, especialmente si representan la personalidad que usted se ha formado. Algunos aspectos que pueden ayudar:















Hágase un análisis realista:







¿Tiene usted los 7 hábitos mortales?







¿Cómo le habló esta mañana a la gente con quien vive? ¿Las estimuló a realizar lo que habían planeado para el DIA?







Escuche con atención: Trate a las personas como si ellos fueran sus mejores amigos. Escuche cada palabra, busque el tiempo para sentarse con las personas y realmente prestarle atención sin distraerse con teléfonos celulares o las exigencias de otras personas.







Visualice su nuevo yo: Haga una imagen mental de usted como una persona que practica los 7 hábitos de amor.















Consérvela en la mente y acuda a ella cuando esté hablando con sus seres queridos, para ver si está actuando como una persona que sabe dar amor.







Haga la pregunta adecuada: En el instante en que surge la necesidad de culpar, quejarse, criticar, insistir, amenazar, castigar o sobornar, antes de decir nada, deténgase y pregúntese ¿Es esto realmente importante?







Acepte la realidad: Uno debe comprender que la única persona que puede cambiar es uno mismo. Cuando usted tiene una diferencia con una persona que es importante en su vida, negocie.







Escoja un modelo: Cuáles son las personas a las que admira más, pregúntese que harían ellas antes de reaccionar con uno de los 7 hábitos mortales.







Escriba sobre sus experiencias: Haga un diario, lo que le ayudará a atravesar la transición y ver sus progresos.























LOS 7 HÁBITOS MORTALES vs. 7 HÁBITOS DE AMOR







CONVIERTA:















Culpar - Aceptar







Sobornar - Estimular







Quejarse - Escuchar







Criticar - Respetar







Perseguir - Solucionar diferencias







Castigar - Apoyar







Amenazar - Confia



¿Quièn soy?

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En el principio vivì momentos en la vida, donde me maravillè, y me horroricè. Caminè por lugares que jamás soñé; amè, dejè, me dejaron, discriminè... y aborrecida de todo me refugié en mí misma, y luego me enfoquè hacia dentro. Busqué en mis ojos, en mis cabellos, en mis manos, en mis brazos, en mi sangre, en mis piernas, en mis genitales, y hasta en mi corazón, pero no encontré nada que me hiciera sentir superior o inferior. Solamente me sentí yo misma. Y comprendí que nadie más que yo, podía retomar el camino andado y aceptar lo que es y lo que no.

Luego salí de nuevo al mundo, y reí y lloré, clamé por dentro y por fuera, hablé con todos y con nadie, verifiqué mis opciones, tropecé y caí. Me enderecé, y regresé a mi lugar. Despuès acostada en mi cama, le pregunté a Dios ¿Quién soy? ¿què hago aquí? Y solamente recibí el silencio más absoluto, pero cuando cerré mis ojos, pude soñar con mi vida, y lo que puedo llegar a hacer si me lo propongo. Reí, y me reacomodé en mi interior. Acaricié mi alma y mi corazón. Me dije que nadie puede hacerme sentir lo que no quiero, y mi alma y mi corazón siempre fueron los motores de mis enseñanzas. Perdoné y meditè nuevamente. Di un paso y otro; comprendí que estoy viva, y que cometo errores a cada momento. Me pregunté por què amargarme la vida, si yo solamente creo mis barreras y hasta me creo mis fantasías.

Pero me puse de pie bajo el sol, y me pregunté si los demás sentían el mismo calor que yo, y mi respuesta fue: SÍ! Y me puse de pie bajo la luna y las estrellas, y me pregunté si ellos sentían la misma melancolía que yo, y mi respuesta fue: SÍ. Y en ése momento me di cuenta que aquí bajo el cielo sentimos lo mismo."Eres lo peor de lo peor, eres nula, no sirves para nada, eres una molestia, ¿Por qué has nacido? ¿No sabes hacer nada bien?", y miles de cosas más me dijeron y opinaron sobre mí; y yo les dije: Por favor Demuéstrenmelo.

Y todos se miraron... algunos susurraron cosas sin sentido, porque sabían que yo era mejor, y me di cuenta que el mejor es el ciervo de todos, porque tiene la capacidad de hacer para muchos, o para pocos, pero tiene la capacidad.Y se miraron y callaron porque nadie podía decirme lo contrario; e igualmente hablaron a mis espaldas, pero ya nadie me podía decir quien era yo. Y me pregunté nuevamente: ¿Por qué quise despedirme antes de tiempo? ¿Por qué todo salía mal, por qué nadie me quería, o me amaba, por qué todos opinaban lo menos alegre? Y algo dentro de mi me dijo: Porque así lo decidiste. Y comprendí que las decisiones son mías. Y colgué mi traje lleno de golpes en un perchero viejo y lo dejé allí para que se pudriera con el tiempo.

Regresé desnuda, y elegí mi nueva piel."¡Como si fuese tan fácil!" pensé primero. Pero el primer paso era mío, y comprendí que tenía poder, y que mi poder me podía hacer cambiar, porque soy la dueña de éste momento en la vida. Y sonreí. Me puse de pie debajo del sol y hablè con Buddha, y entendí por qué la vida merece ser vivida. Toqué mi corazón y aunque estaba dolido, ciertamente se sentía bien. Era mi momento y aún estaba de pie; y era yo, nadie más que yo. Porque todos cayeron a mí alrededor, y aunque estaba sola, aún estaba de pie, y el cielo admiró mi valor porque así lo sentí en mi alma.

Sonreí y me dije: soy valiente. Alguien me respondió: SÍ. Solamente: SÍ. Volteé y seguí mi camino. Y aunque aún estoy golpeada, aún digo quien soy, y no me apabullan porque me descubrí y sólo hay silencio. Y descubrí, que no tenía que ser agresiva para demostrar que tengo valor, sino quedarme allí, para que vean como sigo firme, y ver sus rostros incrédulos. Después todos se preguntaron ¿Quién es ésa que se atreve a desafiar lo que pensamos de ella?

Y dije: Yo, soy yo. Y grité: ¡YO, SOY LO QUE SOY! Y todos corrieron a esconderse de mi presencia para inventarse nuevos discursos truncados en mi contra. Y sonreí una vez más, porque ahora sabía como caminar. Supe de mi valor y de mi pasión por seguir. Cerré mis ojos y agradecí por una nueva oportunidad. Y seguí mi camino...

A M A R

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Tú no sabes amar; ¿acaso intentas darme calor con tu mirada triste? El amor nada vale sin tormentas, ¡sin tempestades... el amor no existe para ti!

Y sin embargo ¿dices que me amas? No, no es el amor lo que hacia mí te mueve: el Amor es un sol hecho de llamas, y en los soles jamás cuaja la nieve.

¡El amor es volcán, es rayo, es lumbre, y debe ser devorador, intenso, debe ser huracán, debe ser cumbre... debe alzarse hasta Dios como el incienso!

¿Pero tú piensas que el amor es frío? ¿Que ha de asomar en ojos siempre yertos? ¡Con tu anémico amor... anda, bien mío, anda al osario a enamorar los muertos!


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**Anita**


EL ORIGEN DEL MIEDO

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EL ORIGEN DEL MIEDO

El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro. Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente? peligro, estoy amenazada. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo? miedo, por supuesto. El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación, al exterminio. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones. Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente. OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo? una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia. Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora. La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egoista. Si no deseas crear más dolor para ti misma ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo? DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida. Di siempre «sí» al momento presente. ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO. La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla. Estar identificada con la mente es estar atrapada en el tiempo. Vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones. Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay. ¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser. ¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto? Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora. La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.

"No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo" Anita

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RELACIONES DE AMOR-ODIO

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DE LAS RELACIONES ADICTIVAS A LAS RELACIONES ILUMINADAS
RELACIONES DE AMOR-ODIO
A menos que accedas a la frecuencia consciente de la presencia, todas las relaciones, y en particular las relaciones íntimas, acabarán fracasando y siendo disfuncionales. Puede que parezcan perfectas durante un tiempo, mientras estás «enamorado», pero esa perfección se altera invariablemente a medida que van produciéndose discusiones, conflictos, insatisfacciones y violencia emocional o incluso física, momentos de tensión que suceden con creciente frecuencia.
Parece que la mayoría de las «relaciones amorosas» pasan a convertirse muy pronto en relaciones de amor-odio. En ellas, el amor puede dar paso en un abrir y cerrar de ojos a una agresividad salvaje, a sentimientos de hostilidad o a la total ausencia del afecto. Esto se considera normal.
Si en tus relaciones experimentas tanto un sentimiento de «amor» como su opuesto —agresividad, violencia emocional, etc.— entonces es muy probable que estés confundiendo el apego adictivo del ego con el amor. No puedes amar a tu compañero o compañera un momento y atacarle al siguiente. El verdadero amor no tiene opuesto. Si tu «amor» tiene un opuesto, entonces no es amor, sino la intensa necesidad del ego de una identidad más completa y profunda, necesidad que la otra persona cubre temporalmente. Este es el sustituto de la salvación que propone el ego, y durante un breve episodio parece una verdadera salvación.
Pero llega un momento en que tu pareja deja de actuar de la manera que satisface tus demandas, o más bien las de tu ego. Los sentimientos de miedo, dolor y carencia, que son parte intrínseca del ego pero habían quedado tapados por la «relación amorosa», vuelven a salir a la superficie.
Como en cualquier otra adicción, pasas buenos momentos cuando la droga está disponible, pero, invariablemente, acaba llegando un momento en el que ya no te hace efecto.
Por eso, cuando los sentimientos dolorosos reaparecen los sientes con más intensidad que antes y, lo que es peor, ahora percibes que quien los causa es tu compañero o compañera. Esto significa que los proyectas fuera de ti y atacas al otro con toda la violencia salvaje de tu dolor.
Tu ataque puede despertar el dolor de tu pareja, que posiblemente contraatacará. Llegados a este punto, el ego sigue esperando inconscientemente que su ataque o sus intentos de manipulación sean castigo suficiente para inducir un cambio de conducta en la pareja, de modo que pueda seguir sirviendo de tapadera del dolor.
Todas las adicciones surgen de una negativa inconsciente a encarar y traspasar el propio dolor. Todas las adicciones empiezan con dolor y terminan con dolor. Cualquiera que sea la sustancia que origine la adicción —alcohol, comida, drogas (legales o ilegales) o una persona—, estás usando algo o a alguien para encubrir tu dolor.
Por eso hay tanto dolor e infelicidad en las relaciones íntimas en cuanto pasa la primera euforia. Las relaciones mismas no son la causa del dolor y de la infelicidad, sino que sacan a la superficie el dolor y la infelicidad que ya están en ti. Todas las adicciones lo hacen. Llega un momento en que la adicción deja de funcionar y sientes el dolor con más intensidad que nunca.
Ésta es la razón por la que la mayoría de la gente siempre está intentando escapar del momento presente y buscar la salvación en el futuro. Si concentras tu atención en el ahora, lo primero que encontrarías sería tu propio dolor, y eso es lo que más temes. ¡Si supieras lo fácil que es acceder ahora al poder de la presencia que disuelve el pasado y su dolor, a la realidad que disuelve la ilusión! ¡Si supieras lo cerca que estás de tu propia realidad, lo cerca que estás de Dios!
Eludir las relaciones en un intento de evitar el dolor tampoco soluciona nada. El dolor sigue allí de todos modos. Es más probable que te obliguen a despertar tres relaciones fracasadas en otros tantos años que pasar tres años en una isla desierta o encerrada en tu habitación. Pero si puedes llevar una intensa presencia a tu soledad, eso podría funcionar para ti.
DE LAS RELACIONES ADICTIVAS A LAS RELACIONES ILUMINADAS
TANTO SI VIVES SOLA COMO SI VIVES EN PAREJA, la clave es estar presente e intensificar progresivamente tu presencia mediante la atención al ahora.
Si quieres que florezca el amor, la luz de tu presencia debe ser lo suficientemente intensa como para no verte arrollada por el pensador o por el cuerpo-dolor, ni los confundas con quien eres. Conocerse como el Ser que está debajo del pensador, la quietud que está debajo del ruido mental, el amor y la alegría que se encuentran debajo del dolor, eso es libertad, salvación, iluminación.
Desidentificarse del cuerpo-dolor es llevar la presencia al dolor y así transmutarlo. Desidentificarse del pensamiento es poder ser el observador silencioso de tus pensamientos y de tu conducta, especialmente de los patrones repetitivos de tu mente y de los roles que representa tu ego.
Si dejas de investirla de «yoidad», la mente pierde su cualidad compulsiva, formada básicamente por la constante tendencia a juzgar y a resistirse a lo que es, creando así conflicto, drama y más dolor. De hecho, en el momento en que dejas de juzgar y aceptas lo que es, eres libre de la mente. Has creado espacio para el amor, para la alegría, para la paz.
PRIMERO DEJAS DE JUZGARTE A TI MISMA; después dejas de juzgar a tu pareja. El mayor catalizador del cambio en las relaciones es la aceptación total de tu pareja tal como es, dejando completa- mente de juzgarla y de intentar cambiarla.
Eso te lleva inmediatamente más allá del ego. A partir de entonces todos los juegos mentales y el apego adictivo se acaban. Ya no hay víctimas ni verdugos, ni acusadores ni acusados.
La aceptación total también supone el final de la codependencia; ya no te dejas arrastrar por el patrón inconsciente de otra persona, favoreciendo de ese modo su continuidad. Entonces, o bien te separas —con amor—, o bien entran juntos más profundamente en el ahora, en el Ser. ¿Es así de simple? Sí, es así de simple.
El amor es un estado de Ser. Tu amor no está fuera; está en lo profundo de ti. Nunca puedes perderlo, no puede dejarte. No depende de otro cuerpo, de otra forma externa.
EN LA QUIETUD DE TU PRESENCIA puedes sentir tu propia realidad informe e intemporal: es la vida no manifestada que anima tu forma física. Entonces puedes sentir la misma vida en lo profundo de los demás seres humanos y de las demás criaturas. Miras más allá del velo de la forma y la separación. Esto es alcanzar la unidad. Esto es amor.
Aunque es posible tener breves atisbos, el amor no puede florecer a menos que estés permanentemente liberado de la identificación mental y tu presencia sea lo bastante intensa como para haber disuelto el cuerpo-dolor, o hasta que puedas, al menos, mantenerte presente como observadora. De ese modo, el cuerpo-dolor no podrá arrebatarte el control y destruir el amor.
LAS RELACIONES COMO PRÁCTICA ESPIRITUAL
Como los seres humanos nos hemos ido identificando progresivamente con la mente, la mayoría de las relaciones no tienen sus raíces en el Ser, y por eso se convierten en fuente de dolor, dominadas por problemas y conflictos.
Si las relaciones energetizan y expanden los patrones mentales del ego y activan el cuerpo-dolor, tal como ocurre actualmente, ¿por qué no aceptar este hecho en lugar de intentar huir de él? ¿Por qué no cooperar con él en lugar de evitar las relaciones o de seguir persiguiendo el fantasma de una pareja ideal que sea la respuesta a todos tus problemas o el complemento que te haga sentirte realizada?
El reconocimiento y la aceptación de los hechos te permite cierta libertad respecto a ellos.
Por ejemplo, cuando sabes que hay desarmonía y lo tienes presente, ese mismo hecho constituye un factor nuevo que no permitirá que la desarmonía se mantenga invariable.
Cuando sabes que no estás en paz, ese conocimiento crea un espacio tranquilo que envuelve tu falta de paz en un abrazo amoroso y tierno, y después transmuta en paz la ausencia de paz.
No hay nada que puedas hacer respecto de tu transformación interna. No puedes transformarte a ti misma y, ciertamente, no puedes transformar a tu pareja ni a ninguna otra persona. Lo único que puedes hacer es crear un espacio para que ocurra la transformación, para que entren la gracia y el amor en tu vida.
De modo que cuando veas que tu relación no funciona, cuando haga asomar tu «locura» y la de tu pareja, alégrate. Lo que era inconsciente está saliendo a la luz. Es una oportunidad de salvación.
REGISTRA CADA MOMENTO, registra en especial tu estado interno en cada momento. Si estás enfadada, debes saber que estás enfadada. Si te sientes celosa, si estás a la defensiva, si sientes el impulso de discutir, la necesidad de tener razón, si tu niño interno pide amor y atención o si sientes dolor emocional del tipo que sea, conoce la realidad de ese momento y registra ese conocimiento.
Entonces la relación se convierte en tu sadhana, tu práctica espiritual. Si observas un comportamiento inconsciente en tu pareja, rodéalo con el abrazo amoroso de tu conocimiento y no reacciones.
La inconsciencia y el conocimiento no pueden coexistir durante mucho tiempo, aunque el conocimiento no esté en la persona que actúa inconscientemente, sino en la otra. A la forma energética que reside detrás de la hostilidad y el ataque, la presencia del amor le resulta absolutamente intolerable. Si reaccionas a la inconsciencia de tu pareja, tú misma caes en la inconsciencia. Pero si a continuación recuerdas que has de conocer y registrar tu reacción, no se pierde nada.
Las relaciones nunca habían sido tan problemáticas y conflictivas como ahora. Como tal vez hayas percibido, su finalidad no es hacerte feliz o satisfacerte. Si sigues intentando alcanzar la salvación a través de una relación, te sentirás desilusionada una y otra vez. Pero si aceptas que la finalidad de las relaciones es hacerte consciente en lugar de hacerte feliz, entonces te ofrecerán salvación, y te habrás alineado con la conciencia superior que quiere nacer en el mundo.
Para quienes se aferren a los viejos patrones, cada vez habrá más dolor, violencia, confusión y locura.
¿Cuántas personas se requieren para hacer de tu vida una práctica espiritual? No te preocupes si tu pareja no quiere cooperar. La cordura —la conciencia— sólo puede llegar al mundo a través de ti. No tienes que esperar a que el mundo se vuelva cuerdo, o a que otra persona se vuelva consciente, para iluminarte. Podrías esperar eternamente.
No se acusen mutuamente de ser inconscientes. En el momento en que empiezas a discutir, té has identificado con una posición mental, y junto con esa posición estás defendiendo tu sentido de identidad. Entonces el ego se pone al mando. Estás siendo inconsciente. En ocasiones, puede ser apropiado que señales a tu pareja ciertos aspectos de su comportamiento. Si estás muy alerta, muy presente, podrás hacerlo sin que el ego se inmiscuya, sin culpar, acusar ni decir al otro que está equivocado.
Cuando tu compañero o compañera se comporte inconscientemente, renuncia a juzgarle. El juicio sólo sirve para confundir el comportamiento inconsciente de la otra persona con su identidad real o para proyectar tu propia inconsciencia en la otra persona y confundir tu proyección con su identidad.
Esta renuncia a juzgar no implica que no reconozcas la disfunción y la inconsciencia cuando las veas. Significa «ser el conocimiento» en lugar de «ser la reacción» y el juez. Entonces te liberarás totalmente de la necesidad de reaccionar, o reaccionarás conservando el conocimiento, el espacio en el que la reacción puede ser observada y se le permite ser. En lugar de luchar en la oscuridad, pones luz. En lugar de reaccionar a la ilusión, eres capaz de verla y de traspasarla.
Ser el conocimiento crea un espacio claro de presencia amorosa que permite a todas las personas y cosas ser como son. No hay mayor catalizador de la transformación. Si haces de esto tu práctica, tu pareja no podrá seguir a tu lado y continuar siendo inconsciente.
Si los dos llegan al acuerdo de que la relación va a ser vuestra práctica espiritual, tanto mejor. Entonces podràn expresar sus pensamientos, sentimientos o reacciones en cuanto se produzcan, de modo que no crearàn un desfase temporal que pudiera agriar una emoción no reconocida ni expresada.
APRENDE A EXPRESAR lo que sientes sin culpar.
Aprende a escuchar a tu pareja de manera abierta, sin ponerte a la defensiva.
Dale espacio para expresarse. Mantente presente. Acusar, defenderse, atacar, todos los patrones diseñados para fortalecer o proteger el ego, o para satisfacer sus necesidades, están de más. Es vital dar espacio a los demás y también dártelo a ti misma. El amor no puede florecer sin espacio.
Cuando hayas resuelto los dos factores que destruyen las relaciones, es decir, cuando hayas transmutado el cuerpo-dolor y dejes de identificarte con la mente y las posiciones mentales —y siempre que tu pareja haya hecho lo mismo—, experimentarás la dicha del florecer de una relación. En lugar de reflejarse mutuamente el dolor y la inconsciencia, en lugar de satisfacer sus necesidades egocéntricas, se reflejarà el amor que senten en su interior, el amor que acompaña a la toma de conciencia de vuestra unidad con todo lo que es.
Ése es el amor que no tiene opuesto.
Si tu pareja sigue estando identificada con la mente y el cuerpo-dolor, y tú ya te has liberado, esto representará un gran reto, pero no para ti, sino para tu pareja. No es fácil vivir con una persona iluminada o, más bien, es tan fácil que el ego se siente amenazado.
Recuerda que el ego necesita problemas, conflictos y «enemigos» que fortalezcan su sensación de separación, de la que depende su identidad. La mente no iluminada de tu pareja se sentirá muy frustrada porque no te resistes a sus posiciones mentales fijas, lo que significa que se irán debilitando y temblarán, e incluso existe el «peligro» de que se derrumben, produciendo una pérdida de identidad.
El cuerpo-dolor está pidiendo feedback y no lo está obteniendo. La necesidad de argumentar, dramatizar y estar en conflicto no está siendo satisfecha.
RENUNCIA A LA RELACIÓN CONTIGO MISMA
Iluminado o no, sigues siendo un hombre o una mujer, de modo que en lo relativo a tu identidad en la forma sigues estando incompleto. Eres la mitad de un todo. Esta falta de totalidad se siente como atracción hombre-mujer, el tirón hacia la energía de la polaridad opuesta, por muy consciente que seas. Pero, en el estado de conexión interna, sientes ese tirón en la superficie o en la periferia de tu vida.
Esto no significa que no te relaciones profundamente con los demás o con tu pareja. De hecho, sólo puedes relacionarte profundamente si eres consciente de Ser. Viniendo del Ser, eres capaz de concentrar la atención más allá del velo de la forma. En el Ser, hombre y mujer son uno. Puede que tu forma siga teniendo ciertas necesidades, pero el Ser no tiene ninguna. Ya es completo y total. Si esas necesidades se satisfacen, es muy hermoso, pero no supone ninguna diferencia para tu estado interno profundo.
Por eso es perfectamente posible que una persona iluminada, si no satisface la necesidad de una polaridad masculina o femenina, sienta que le falta algo o que está incompleta en el nivel externo de su ser, y al mismo tiempo puede estar totalmente completa, satisfecha y en paz por dentro.
Si no puedes sentirte a gusto cuando estás sola, buscarás una relación para remediar tu inquietud. Puedes estar segura de que la incomodidad reaparecerá bajo otra forma dentro de la relación, y probablemente pensarás que tu pareja es responsable de ello.
LO ÚNICO QUE TIENES QUE HACER ES ACEPTAR PLENAMENTE ESTE MOMENTO. Entonces puedes estar cómodo en el aquí y ahora, y a gusto contigo misma.
Pero ¿necesitas tener una relación contigo misma? ¿Por qué no puedes simplemente ser tú misma? Para tener una relación contigo misma te divides en dos: «yo» y «mí misma», sujeto y objeto. Esta dualidad mental es la causa fundamental de toda la complejidad innecesaria, de todos los problemas y conflictos de tu vida.
En el estado de iluminación, tú eres tú misma: «tú» y «tú misma» se funden en uno. No te juzgas, ni sientes pena por ti, ni te sientes orgullosa de ti, ni te quieres, ni te odias, etc. La división causada por la conciencia autorreflexiva queda sanada, la maldición desaparece. Ya no hay un «yo» que tengas que proteger, defender o alimentar.
Cuando estás iluminada, hay una relación que dejas de tener: la relación contigo misma. Una vez que has renunciado a ella, todas las demás relaciones serán relaciones de amor.

Practicando el Poder del Ahora

Título Original: Practicing the Power of Now –