Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría
Tal vez el AMOR sea el tesoro màs buscado por todas nosotras. Trataré de plasmar mi experiencia y las que he visto a mi alrededor en relación al amor y a la pareja. Yo consideraba que en el amor, ya sea hacia mis padres, mis hijos, mis amigos y de pareja había que hacer ciertas concesiones relegando partes de una misma para lograr el acercamiento que permite la relación de intimidad con los seres queridos.
Los logros son parte de mi evolución. Cuando llego a algún lugar es porque recorrí el camino hasta allí. Del mismo modo cuando logro algo deseado es porque cumplí con las etapas de aprendizaje necesarias para consumar mi logro.
Así, el primer paso para crecer y concretar mis objetivos es conocerme a mí misma. Eso significa ser consciente de mis fortalezas y debilidades, conocer mis potenciales y carencias y a partir de allí elaborar su desarrollo hasta su manifestación. Lo que llamo autoconocimiento.
Cuando puedo reconocer la Chispa Divina dentro de mí, mi semejanza con la divinidad y recién ahí acepto mis errores, dejo de calificarme y valoro mis logros. A mí me gusta nombrarlo Agni o Chispa Divina, término que usan los hindúes, ya que me recuerda que llevo una chispa de la luz del Budha en mi corazón, solo que las limitaciones del ojo humano no me permiten verla. Si comienzo a reconocer esa Luz que habita en mi, me doy cuenta que todos somos Uno y que ese Uno está en Todos, y así podré reconocerme como una manifestación Divina. Cuando comienzo a ver el amor en mí, puedo reconocerlo en todos los seres y comprender sus errores desde el mismo enfoque del aprendizaje.
Esta estabilización de la conciencia lleva a lo que las distintas tradiciones llaman iluminación, liberación, salvación, o final del sufrimiento.
Cuando El Principito dice "lo esencial es invisible a los ojos", nos está diciendo que no miremos con los ojos físicos sino con los ojos del alma, no desde nuestro Cuerpo Físico sino desde nuestros Cuerpos Superiores, donde nuestra mente no interfiera. Así podremos "ver" lo que realmente es importante y sin duda, como somos amor, comenzaremos a vivir desde el amor. Sin duda seremos más felices y nos iremos generando un mundo mejor.
Todas las relaciones son duraderas en la medida que se produzca un intercambio equilibrado entre los seres que la componen. La palabra clave es equilibrio. La segunda palabra para ayudar a realizar la idea más plena es ritmo. La palabra final, que da a luz todo el proceso contínuo de crear juntos local y universalmente, es intercambio. Si las pongo juntas, tengo intercambio rítmico equilibrado. En la vida real y práctica, nuestro homólogo llegará a nuestra vida cuando lo deseemos con suficiente fuerza.
Después, el que ese intercambio continúe o no y el que continúe con esa persona depende totalmente de qué se dé y se reciba entre los dos con igualdad. Si una parte de la pareja en la unión es un recibidor, entonces la unión se disolverá muy pronto, con independencia de lo atractiva y maravillosa que parezca en la superficie. La naturaleza siempre establece el mayor ejemplo de sabiduría alrededor de nosotros. La naturaleza nunca toma, únicamente da. Sólo los humanos, actuando como cocreadores, tomamos y nos destruimos a nosotros mismos y a la naturaleza junto a nosotros. La ley del amor nunca cambia, simplemente da lo que se le haya dado ¡y la abundancia fluirá para siempre! Considerando mis propios hábitos de vida.
¿Soy una tomadora o una donadora?
Cuando reciba mi parte equilibrada, presidirá la armonía. Lo opuesto ocurre cuando alguien está carente, aunque no se diga o haga nada en ese momento. Llevamos dentro una gran sabiduría pero casi nadie encuentra este antiguo tesoro ya que està cubierto por montañas de sufrimientos.
Cuando atraigo a alguien es porque nos equilibramos recíprocamente. Somos reflectores o espejos maravillosos el uno del otro. El crecimiento de una naturaleza personal puede ahora ser acelerado inmensamente. Lo que es importante no es lo que puedo obtener de una relación, es lo que puedo aportar a la misma. Si hay un desequilibrio obvio entre mi pareja y yo, debo considerar primero qué es lo que yo puedo hacer al respecto. ¡Cuando señalo con el dedo a mi alma gemela, estoy señalándome a mi misma!
Resumiendo:
Cabe destacar que cuando me refiero a una relación de pareja hablo de par, al lado y no todas las relaciones que intentamos llegan a ser una pareja sino sólo relaciones afectivas.
Debo considerar que me relaciono con los demás según lo aprendido en los primeros años de mi vida.
Aprendí del amor a través de mis padres, inicialmente de mi madre en una relación de neta dependencia, ya que fué la que me abasteció para sobrevivir en su vientre, al nacer necesité que me proveeran de alimento y abrigo. Luego me relacioné con mis hermanos, familiares y más tarde con mis amigos. Es en ese momento cuando comencé a modificar mi forma de recibir amor, ya no tanto desde la necesidad de sobrevivir, sino de relacionarme. Pero aún sentía el mundo latiendo en torno a mi. El crecer significó tener cada vez más la noción de una realidad cambiante, donde los demás ya no están exclusivamente dedicados a cubrir mis necesidades, sino que también solicitan una devolución de mi parte.
Cuando lo logre, el resto se me dará por añadidura.Si genero una relación tierna y cariñosa conmigo voy a atraer la misma energía en mis relaciones, yasea de pareja, amigos, y generaré una mejor relación con mi entorno familiar. Tal vez deba dejar atrás a algunas personas que en otro momento fueron importantes en mi vida para dar espacio a aquellos que nos ayudan a crecer, a madurar.
En "La sonrisa de Eros" la relación que más nos enriquece en nuestro crecimiento es la relación de pareja. El relacionarnos desde lo etéreo, no sólo desde lo mental. El Universo es mente, el ser humano aprendió a vivir desde lo mental y así fue como desvirtuó su esencia. El relacionarnos desde los sentimientos nos prepara para "ver" desde lo emocional, desde la percepción y así nos acercamos a la divinidad.
"Que nadie se ponga en guerra contra Eros, porque ponerse en guerra con él es atraerse el odio de los dioses. Trataré de merecer la benevolencia y el favor de este dios para que me proporcione la otra mitad de mí misma, la felicidad que alcanzan muy pocos... Sea lo que se quiera, estoy segura de que todos seremos dioses, hombres y mujeres, si gracias al amor encontramos cada uno su mitad y si volvemos a la unidad de nuestra naturaleza primitiva. Ahora bien, si este antiguo estado era el mejor, necesariamente tiene también que ser mejor el que se le aproxime en este mundo, que es el de poseer a la persona que se ama según se lo desea."
El amor de una pareja no está en la mera subjetividad del sentimiento (lo afectivo), sin prescindir de éste puesto que hace a la fundamental función de la ternura, sino en lo efectivo, en las acciones que concretan el amor. No es por lo que siento solamente sino, de modo preponderante, por lo que efectivamente doy que mi amado puede reconocer mi amor por él. Sin duda no se trata, reductivamente, del "dar cosas", sino de darme con toda mi persona y con "mis cosas" también. El amor es acción oblativa, donación.
Es la oblación la que asegura a cada uno de los amantes la realidad y calidad del vínculo.
Erich Fromm cuando habla del amor maduro y auténtico lo caracteriza como:
1-preocupación por la vida y desarrollo del otro miembro de la pareja.
2-responsabilización por las necesidades físicas y emocionales del otro.
3-capacidad y respeto para aceptar al otro tal como es.
4-percepción de la propia individualidad
5-conocimiento de sí mismo, del otro y del vínculo amoroso.
6-no-posesividad, ni incorporación o destrucción del otro
La identidad con el Buddha es lo máximo. Cuando sabemos que nosotros y Buddha somos una Mente, Un Cuerpo y un Propósito, absolutamente nada puede impedirnos tener lo que deseamos.
Nuestro Buddha de amor nos dio una parte de Sí mismo para que podamos vivir con Él en el Universo. Este simple acto de amor es literalmente lo que hace que el mundo gire. Lo que nos es dado debe ser dado de nuevo a otra persona: esta es la ley Universal.
Aprendan que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que pueden hacer es dejarse amar.
Aprendamos que amar y querer no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige todo, el amor lo entrega todo.
Nunca haremos nada tan grande para que nos amen más, ni tan malo para que nos amen menos. Simplemente, el Buddha inherente nos ama a pesar de nuestras conductas.
Tipos de Pareja:
Pareja: par, al lado, al mismo paso.
Existen tres tipos de parejas según nuestro nivel de evolución.
Parejas de conflicto:
Parejas dármicas:
Parejas de gemelos:
Según la Mitología, los gemelos en el primer momento de la evolución fueron uno. Tan grande era su poder que desafiaron a los dioses. Así fue como fueron seccionados (de ahí que se formaron dos sexos) y comenzaron separados su ciclo evolutivo.
En "El banquete" de Platón es donde encontramos explicada esta idea de las almas gemelas.
Aristófenes comenta que los seres humanos fueron en los orígenes dos personas en un solo cuerpo, con dos cabezas, cuatro brazos y cuatro piernas. Rebosantes de satisfacción y en una integración perfecta, andaban extasiados de un lado al otro y se sentían capaces y deseosos de hacer casi cualquier cosa. Eran orgullosos y arrogantes, y tenían una fuerza y vigor formidables. Así fue como se atrevieron a atacar a los dioses. Zeus (el Dios Supremo por entonces) no quiso matarlos sin más pero los separó en dos, con lo cual les restó poder y felicidad, y los condenó a pasar su vida ansiando el momento de reencontrarse con su otra mitad.
Cada mitad anhelaba encontrarse con la otra mitad, de la cual la habían separado. Cuando lo hicieron, se dieron un abrazo muy fuerte, desesperados por volver a unirse, y así acabaron dejándose estar y muriendo de hambre, pues sólo se preocupaban por estar juntos. Al morir un miembro del par, el que quedó solo salió a buscar y abrazar a otra pareja, que podía ser la mitad de un todo femenino (lo que hoy conocemos como mujer) o masculino.
Data de esa época, entonces, el amor innato que los seres humanos sentimos por el prójimo, el amor que nos lleva a querer fundir dos seres en uno y regresar a nuestro estado primigenio, para así curar las heridas de la humanidad.
Parejas Gemelas:
La Era de la Voluntad está aquí. Las almas gemelas y los compañeros del alma están caminando uno a uno para alinearse entre sí. Hombre y mujer están disfrutando del sagrado éxtasis del alma y espíritu (la totalidad del Yo) que impregna el núcleo del Ser.
Hasta que se produce esta unión dual equilibrada, la vida en solitario continúa siendo un anhelo persistente e incansable, una profunda añoranza de encontrarse con lo que desea nuestro corazón y nuestra mente. En realidad, las almas gemelas nunca están realmente divididas. Somos indivisibles. Únicamente en los niveles de la forma parece que existen las divisiones. Lo mismo que cada célula del cuerpo se divide y se reproduce en miles de millones de células, siguiendo cada una de ellas el patrón exacto impreso dentro de ellas, así ocurrió la división del -Yo o Yo soy- que es el mismo Buddha
Conocerse a sí mismo es conocer el Yo-Buddha inherente, que habita en mí. Es importante, si vamos a emparejarnos con la pareja del alma, conocernos a nosotros mismos. El "conócete a ti mismo" atribuido a los griegos se remonta a mucho antes de la Antigüedad. Los griegos simplemente retomaron la gran verdad subyacente: hasta que conozcamos nuestra propia cualidad y sustancia, es imposible conocer realmente la cualidad y sustancia de los demás, y específicamente en nuestra alma gemela.
Jesús, el bodisatva dijo: Las almas entrarán de a dos en el Reino de los Cielos, siendo sólo una.
Desde esta óptica se puede lograr la transmutación, la iluminación a través del amor. Esta conexión no se siente desde el plano mental ni desde el emocional, sino desde el etérico. Es la conexión más profunda que un ser humano puede sentir en el plano físico, terrestre.
Es una conexión cósmica con la Energía Universal, y con el Todo que es el Uno Indivisible, somos parte del Cosmos ya que nuestra esencia, agni, nuestra Chispa Divina es la misma en todos los seres, todos somos parte del Buddha inherente.
Desde el Nivel Físico:
Numerosos estudios mencionan dos etapas en el amor de pareja:
Una primera muy intensa, pasional, de involucrarse, y una segunda más tranquila, de amor estable y cierta familiaridad en el vínculo.
Varios investigadores de la neuroquímica han demostrado que en el primer período (que parece durar entre 18 y 36 meses) se segrega un neuromodulador, la Feniletilamina (FEA) que vendría a ser una especie de anfetamina natural. Esto da como consecuencia que en ese período se esté exaltado, eufórico, apasionado, alegre, despierto, inagotable, atolondrado, optimista, sociable y pletórico en fin, enamorado.
Cuando se interrumpe una relación en este primer estado de enamoramiento, nos produce una baja súbdita de FEA, derivado de la Anfetamina con efecto adictivo en el organismo, y es lo que nos hace sentir una sensación de decaimiento, abulia y depresión, que además del costo emocional ocasionado muchas veces más por la pérdida de la ilusión de haber encontrado un compañero, que por la persona elegida, es la sensación corporal de abstención a una droga producida por nuestro organismo.
En un segundo período, cuando la relación continúa, se extingue la FEA y se reemplaza por las Endorfinas, otros neuromoduladores similares a la morfina, que nos apagan la pasión y nos sumergen en un estado de placer tranquilo, de apego, de unión familiar, de serenamiento, de estabilidad, tranquilidad y paz. Suena atractivo pero, de ser cierto este enfoque, se pagaría el precio de haber perdido la pasión y caeríamos en la rutina.
Sin embargo existen parejas que tienen la sabiduría para poder sostener el amor apasionado y construir el propio conjuro que aleje la rutina.
La clave podría estar en nuestro cerebro. Es el cortex cerebral el que nos permite pensar acerca del amor, anticipar un encuentro o gozar posponiendo un placer esperado. Es el asiento por excelencia de lo que llamamos deseo, y también es la corteza cerebral el lugar donde está registrada la huella de memoria que determina qué tipo particular de persona o gesto nos atrae y cual no logra conmovernos. Son los llamados Mapas de amor.
Entonces sería posible que la clave para sostener el apasionamiento sea hacerle una artimaña a nuestro cerebro para que continúe fluyendo la FEA. Centrar nuestra atención en ponerle seducción y erotismo a cada día, sin distraerse en excusas cotidianas.
Las lecciones que cada uno de nosotros aprende sobre el amor (según Freud en nuestros primeros dos años de vida) los llevaremos con nosotros por muchos años. Nuestros padres son nuestros maestros más eficaces, incluso cuando nos enseñan en desventaja nuestra. Quizás nos enseñaron a no esperar amor. Esa clase de lección nos dejará ciegos ante la presencia del amor, incluso cuando esté ahí, plenamente desplegado ante nosotros.
Y, a la inversa, quizá se nos haya enseñado que el amor es un don al que siempre tenemos derecho, y nos engañemos a nosotros mismos pensando que está ahí delante nuestro, y esto nos impida el buscarlo si en realidad se encuentra muy lejos.
Como parte de nuestra formación amorosa. Se nos enseña a temer las sombras del lado oscuro del amor, aquellos aspectos de las relaciones que creemos impedirán el amor o que lo destruirán. No aprendimos, por ejemplo, que con el amor llega también el dolor y la ira, el daño y el resentimiento, la pérdida y el deseo de venganza, es decir, todos los sentimientos detestables que constituyen la otra cara del amor, y que esta parte subterránea del amor es tan inevitable y tan necesaria para el crecimiento como es la salida del sol y la oscuridad de la noche para el crecimiento de las plantas.
Al considerarnos individuos decentes, cariñosos y morales, declaramos que el odio no tiene lugar alguno en nuestros corazones. En el mejor de los casos, estamos dispuestos a admitir una cólera o incluso un sentimiento de ira pasajera contra las personas queridas, pero negamos con vehemencia la posibilidad de que podamos odiarlas tanto como las amamos. Consideremos odio al sentimiento emocional personificado como la agresión, cuando va acompañada por la cólera, la ira, el dolor o el deseo de venganza.
Si consideramos atentamente nuestras relaciones nos daremos cuenta que buena parte de lo que sucede en nombre del amor tiene mucho más que ver con el odio, la cólera y la ira que con el amor. En ocasiones, el odio se disfraza de amor, como un lobo con piel de oveja, que amenaza a la persona amada o a uno mismo. Cuantas veces escuchamos hablando a alguien que quiere reconciliarse con su pareja, que la ha dejado por otra persona. Al escuchar este tipo de discursos queda cada vez más claro que su profesado amor tiene más que ver con su propia inseguridad, con su temor que no haya otra persona que la desee y con la incomodidad de sentirse cerca de los demás. Este llamado amor por otra empieza así a parecerse cada vez más a un odio contra sí mismo. En ocasiones sentimos que odiarnos a nosotros mismos es una alternativa más cómoda que odiar a nuestros seres queridos.
Al tratar de ocultar partes de nosotros mismos, o al ocultar partes de nosotros mismos ante los demás, esos restos dejados de lado acabarán arrastrándose invariablemente ante nosotros sin aviso previo, sin que su presencia haya sido deseada. Eso es particularmente cierto cuando nuestros sentimientos contradicen nuestras creencias más queridas, nuestras ideas más básicas sobre lo que deseamos, las expectativas sobre lo que merecemos o el concepto sobre lo que deberíamos ser.
Al pensar de un modo y sentir de otro distinto, y al estar acostumbrados a conceder a nuestros pensamientos y deberes el trono de la primacía, podemos llegar a sentirnos desconcertados ante la intrusión de sentimientos inesperados.
Jung habló mucho sobre esos aspectos ocultos e inconscientes de nosotros mismos. Para resaltar su naturaleza oscura, llegó a llamarlos el lado oscuro de nuestra psique. Pero, tal como dejó claro el propio Jung, lo destructivo para el amor no es la existencia de sentimientos oscuros, sino más bien el que intentemos alejarnos de ellos.
Los lados oscuros del amor están en nosotros y forman parte de nosotros. Si aprendemos a reconocerlas y canalizarlas de manera positiva, son el más grande aprendizaje que podemos hacer en el camino de lograr un amor maduro y real, desprovisto de lo ilusorio.
Uno de los mayores enemigos del amor maduro es la literatura sobre el amor, en la que desde los cuentos infantiles se espera la llegada del príncipe azul que nos resolverá todos los problemas y nos hará incondicionalmente felices, en la que se nos muestra el amor como paliativo del dolor como por arte de magia. Podremos conectarnos con el amor cuando aprendamos a reconocernos como la totalidad que somos, con todos nuestros matices y podamos aceptarnos plenamente.
Las sombras no son, en realidad, más que la otra cara de la luz. La meta es Iluminar los sentimientos de las sombras que hay en nuestra psique y, en consecuencia, debilitar su potencia destructiva.
Dios no le dijo a Moisés si era bueno o malo. Se limitó a decir YO SOY.
Por lo tanto, Él es todo lo que existe bajo el sol: El rayo que destruye la casa y la mano del hombre que la construye.
Del mismo modo el ser humano no es bueno o malo, hace lo que puede según su nivel de conciencia.
Etapas de la pareja:
Podemos reconocer algunas etapas con relación a la evolución de una pareja madura, a saber:
Etapa de fusión simbiótica
Deseo de compañerismo
Inserción en la comunidad que constituye una forma emocional concreta de relación.
Compartir a nivel de comunicación de nuestro interior con el valor suficiente de superar los inevitables obstáculos de compartir dos verdades diferentes.
Comunión, es el reconocimiento profundo del ser de otra persona. Es una forma de intimidad más profunda y sutil que la compañía y comunidad en el nivel de la razón y el conocimiento.
Unión completa con la persona amada
Se dirige hacia lo infinito, absoluto y divino. Las parejas que comparten una relación profunda ser a ser, mantienen un buen nivel de comunicación, que tienen intereses y valores comunes y disfrutan de la compañía del otro, logran establecer un equilibrio ideal entre el cielo y la tierra, que ayuda a trascender la individualidad siendo sin embargo individualidades separadas.
Toda relación es una oportunidad de descubrir el camino sagrado del amor cuya llamada nos alienta a cultivar la plenitud y la profundidad de nuestro ser.
El punto más elevado de la relación amorosa apunta al logro de un sentimiento de hermandad con toda forma de vida, el amor por el universo; sólo de ese modo puede convertirse en luz y poder iluminado.
Cuando dos personas se preocupan por el desarrollo de la conciencia y el espíritu de su pareja, tienden a compartir su amor con los demás.
Una pareja florecerá cuando su visión y actividad no se centre exclusivamente en ellos mismos sino que sean capaces de incluir a la comunidad en la que participan. Ese es el gran amor y el gran camino que nos conduce hacia el mismo corazón del universo.
Conclusión:
Lo expuesto es una breve síntesis de mis observaciones y experiencia personal. Soy conciente de que esta tarea es parte de la vida misma, sólo que si tengo claro que es así, acelero mi aprendizaje y me permito tener más momentos de felicidad.
No sé si sería exacto describir pasos a seguir en este camino, creo que cada uno puede encontrar su manera de transitarlo, pero para mí las claves son la tolerancia, la voluntad y la perseverancia.
Si realmente asumo el compromiso conmigo misma de tener una vida mejor, más saludable y más felíz, tengo que tomar conciencia de que depende absolutamente de mí y lo puedo lograr si no disperso mi energía, si me observo a cada instante, en cada situación que la vida me ofrece. El trabajo personal es cotidiano y se ven los progresos cuando comienzo a recoger los frutos, cuando de pronto miro hacia atrás, sólo para tener una referencia de cuanto camino he transitado y me doy cuenta del progreso, y que he invertido mi energía en ser una persona más íntegra.
Con respecto a mi experiencia personal, puedo decir que a partir de mis cambios, se produjeron modificaciones en mi entorno más cercano logrando más armonía y mejor comunicación. Además de encontrarme conmigo, mi alma gemela viene en camino, al menos eso creo. Actualmente estoy disfrutando este momento de mi vida. Esto no significa que no tenga dificultades, pero trato de tomar los problemas como obstáculos que me están enseñando lo que me queda por aprender en esta vida, preguntándome para que se me presentan.
Aprendí que este plano no es más que la escuela donde me graduaré para elevarme a un plano superior, donde tarde o temprano todos volveremos a encontrarnos ya que somos la misma esencia. Partimos de la Esencia Divina y alli volveremos para gozar de la gracia y de la felicidad completa que es el AMOR.
Quiero agregar también, que he tenido una gran pasión que me nutre, me llena, me anima, me halaga, me envuelve, me erotiza, me transforma y es mi amor por el ARTE. En el libro del FilòsofoFernando Savater, encontrè lo siguiente (lo comparto): "ARTE es la destreza en un determinado àmbito pràctico, cuyos principios generales bàsicos pueden aprenderse (y por tanto enseñarse) mientras que sus màs altos niveles de excelencia carecen de reglas precisas y sòlo pueden admirarse en el ejercicio de ciertos individuos sobresalientes.En consecuencia, ARTE es aquella habilidad que una vez aprendida, aún no se domina del todo y admite grados muy diversos en el acierto o estilo propio con que se desempeña"Tomado de El valor de elegir (Antropologìa de la libertad)Capìtulo 4 -Entre lo bueno y lo malo- Fernando Savater Catedràtico de Filosofìa de la Universidad Complutense de Madrid.
Actualmente soy Budista de Nichiren Daishonin y me desempeño como Terapeuta de Sanacion de EFT (Emotional Freedom Techniques) holística, y soy Sensei Reiki master Usui (hago imposición de manos y trabajo con la energia Universal) de la misma manera que equilibro los chakras.Comento esta frase que me parece tan acertiva:
No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo.
Que la Luz del Buddha y del cristo cósmico descienda hasta las profundidades de tu ser. Que puedas ser otra brillante estación de luz dentro del arco ascendente del Buda en ti. ¡Que pueda un hilo dorado de conciencia unirte pronto con tu propia atractiva alma gemela! *Om mani padme hum. *Om Namah Shivaya. *Namasté. Bendiciones 100PRE
Te ofrezco este regalo de amor y me despido con este mantra altamente poderoso
NAM MYOHO RENGE KYO
REIKI es una antigua forma de sanacion desarrollada en Japon por Mikao Usui Sensei y trata sobre "El Arte de Sanar" a todos los niveles: fisico, mental y espiritual a traves de mis manos. A traves del Reiki se le recuerda al alma su verdadera esencia, produciendo cambios en la estructura quimica del cuerpo, en la regeneracion, de huesos, organos y tejidos y elimina del campo energetico los pensamientos y sentimientos que han originado el desequilibrio, restituyendo la fuerza autocurativa del cuerpo, la confianza en la vida y la alegria
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