Yo comprometo mi corazón y mis manos para la sanación de todo SER. Pongo amorosamente a disposición la aplicación de terapia alternativa de sanaciòn REIKI Emotional Freedom Techniques (Tecnica de liberacion emocional)Terapeuta Reiki Master Usui
jueves, abril 12
BUDISMO y CRISTIANISMO (2/2); ¿CREEN EN DIOS LOS PRACTICANTES DEL BUDISMO
Por Greg Martín, Asesor Principal del Departamento de Estudio de la SGI-USA
(Living Buddhism, febrero 2004, págs. 4-8)
Según como conceptualicemos a Dios tiene gran peso en la respuesta a esta pregunta. Una encuesta informa que el 99% de los estadounidenses aduce creer en Dios. Sin embargo, no obstante la amplitud de la religiosidad en los EEUU, la ascendente tasa de criminalidad, rampante adiccion a narcoticos, epidemia de aflicciones mentales, y el reavivamiento de la pena capital - para solo enumerar algunos sintomas - no son signos de una sociedad espiritualmente saludable. Por otra parte, los europeos reportan un creciente vacio - un hueco con forma de dios - donde una vez en la conciencia humana existio Dios.
Algo que también parece estar claro es que la concepcion de Dios no es algo uniforme. Hay tantas versiones de Dios como gente que cree esas versiones, ya que el concepto de Dios nunca ha sido algo estático. Tal y como escribe Karen Armstrong en “A History of God” (“Una historia de Dios”): “Sin embargo, tal parece que crear dioses es algo que los seres humanos siempre han hecho. Cuando una idea de Dios deja de funcionar, sencillamente se reemplaza. Estas ideas desaparecen tranquilamente y sin grandes fanfarrias, tal y como ocurrio con la idea del Dios del Firmamento. En nuestros tiempos actuales, mucha gente diría que el Dios adorado durante siglos por judios, cristianos y musulmanes se ha tornado tan remoto como el Dios del Firmamento. Armstrong concluye como sigue: “Los seres humanos no pueden resistir el vacío y la desolación, y llenarán ese vacío con la creación de un nuevo foco para dar sentido a las cosas. Los ídolos del fundamentalismo no son buenos sustitutos para Dios. Si hemos de crear una vibrante nueva fe para el siglo 21, quizas deberíamos ponderar la historia de Dios para extraer algunas lecciones y alertas.
Cuando a los budistas se nos pregunta si creemos en Dios, tendemos a contestar con nuestra propia pregunta: ¿A cual Dios to refieres?
¿Se trata del Dios de Abraham, el Dios del Viejo Testamento? Este dios era un padre estricto, creador, protector y castigador, otorgador de leyes. Este dios tambien requirió de Abraham que sacrificara a su hijo, Isaac, y autorizó la conquista y matanza de miles de personas.
¿Se trata del Dios de Agustín, el Dios de la Iglesia Cristiana primitiva? Este era el dios de la iglesia poderosa, heredera de los remanentes del imperio romano. Este Dios juzgaba a toda la humanidad, basado en el pecado original de Adan. La religion basada en este dios requiere que nos consideremos como fundamentalmente incompletos y originalmente pecaminosos.
¿Se trata del Dios de Miguel Angel, un dios personal, tal y como aparece pintado en el techado de la Capilla Sixtina? Este concepto de Dios ayudo a desarrollar el humanismo liberal tan altamente valorado en Occidente. Se ajusta bien a una Europa que despertaba y se expandía. Este dios ama, juzga, castiga, ve, oye, crea y destruye, tal y como lo hacemos nosotros. Este dios inspira. Sin embargo, esto también podría significar un impedimento si presumimos que este dios quiere lo que nosotros queremos, y detesta lo que nosotros detestamos, lo que validaría nuestros prejuicios, en vez de alentarnos a trascenderlos. El hecho de que este Dios “personal” es varon (y usualmente de la raza blanca) ha creado profundos problemas existenciales tanto para las mujeres, como para quienes no sean de raza blanca.
¿Se trata del Dios omnipotente que algunos teologos creen murió en Auschwitz? Para algunos y algunas, la idea de un Dios todo sapiente y todo poderoso es difícil de reconciliar con la maldad del Holocausto. Esto es así, ya que si Dios es verdaderamente omnipotente, este pudo haber evitado esa desgracia. Y si no pudo evitarla, es impotente; y si la pudo evitar, pero optó por no hacerlo, no es misericordioso.
Igualmente, nuestro rapido y expansivo conocimiento científico sobre el universo hace aparente que Dios ya no esta “allá arriba”, ni “allá afuera”. En los cielos parece estar ausente la protectora, enjuiciadora, y vigilante presencia divina, tal y como la concebia el mundo antiguo. Segun John Shelby Spong, obispo episcopal y autor de “Why Christianity Must Change or Die” (“Por qué el Cristianismo tiene que cambiar, o si no, perece”), el resultado de esto es que decenas de millones de personas son “creyentes en el exilio” que han perdido contacto con estas imagenes de Dios, tal y como se enseñan desde los púlpitos tradicionales; sin embargo, esos mismos creyentes no estan preparados para abandonar el concepto de Dios en su totalidad.
Tal y como una serpiente muda la piel en el proceso de crecimiento, al presente ¿somos testigos del crecimiento de nuestra concepcion colectiva de Dios, al dejar atrás la antigua, y para algunos, inadecuada noción que teníamos, mientras nace una nueva concepción que aún no está clara? Hay quien cree que, de hecho, en esta era post-moderna una nueva visión de Dios esta en proceso de emerger. Esta visión deja atras las imágenes del teista, histórico y externo Dios de las alturas, y las reemplaza con imágenes con profundidad interna de un dios que no esta afuera, sino que es parte integral y fundamental de nosotros. Esta es una perspectiva muy consistente con el concepto budista de la Ley Mística.
Esta Ley Mística es la entidad o verdad máxima que impregna a todos los fenómenos en el universo, y no es un ser personificado. El ser humano y esta Ley máxima son supremamente inseparables - no existe brecha alguna entre los seres humanos (todos, sin excepcion) y esta idea de Dios como una Ley Mística.
Esta verdad eterna e inalterable que reside dentro de nosotros es la fuente donde podemos obtener la sabiduría misericordiosa que concuerde con las circunstancias cambiantes, así como lograr la valentía y confianza para vivir de acuerdo a esa sabiduría. Es mística, y no mágica, ya que la totalidad de esta Ley está más alla de la concepción humana, y los esfuerzos por encajonarla en forma humana, por decir algo, tan sólo la restringe y la limita. Es una ley porque es manifiestamente verificable en las vidas cotidianas de cada ser humano individual.
Esta realidad máxima, verdad máxima, pureza máxima, existe en las profundidades de cada ser humano. Por esto los budistas consideramos que toda persona es sagrada y esta igualmente dotada con el potencial de alcanzar la iluminación y ser maravillosamente feliz. No hay tal cosa como nosotros aca y ellos allá, ni tampoco están los fieles y los impíos - todos somos hijos e hijas de Dios, entidades de la Ley Mística.
Cuando otros miraron hacia los cielos, Buda miró hacia adentro y encontró la inestimable joya de la maravilla y el potencial humano. Reconoció que nosotros tambien estamos hechos de la “materia prima” divina de la que está hecho el universo. Sencillamente, olvidamos quienes eramos.
Asi que, ¿creemos en Dios? Segun la mayoría de las definiciones tradicionales, no. Pero en términos de cómo un creciente número de cristianos conceptualizan a Dios, si creemos. Nuestro nombre para Dios es Nam-miojo-rengue-kió, la Ley Mística. Creemos que existe tanto “aqui dentro”, como “allá afuera”, y que esta luz interior puede brillar desde adentro cuando nos concienciamos de ella y le abrimos nuestro corazón por vía del acto de invocar Nam-miojo-rengue-kio.
Ciertamente, habrá mucha gente para quien esta manera de comprender a Dios sera inaceptable. Esta bien. Pero tambien habrá muchos - y según un estudio alcanza hasta un 25 por ciento de todos los adultos en los EE UU - en quienes esto encontrar resonancia. Gente que encontrará que realmente dejó de aceptar las versiones iniciales de Dios; que han comenzado a concebir el universo de forma diferente; y que el concepto de Dios como Ley Mística se equipara con el entendimiento que han alcanzado por cuenta propia. Descubrirán, tal y como lo pueden atestiguar la mayoría de los miembros de SGI-USA, que de manera muy precisa, en nuestro ser espiritual la Ley Mística puede llenar el hueco con forma de dios.
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¡ANIMO! TODO LLEGA...
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Gracias
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Eres mi puerta al futuro
la luz del universo resplandeciente
lo que hoy admiro y amo
la flor que permanece firme
la brisa que sonríe a la mañana
mi paz, mi pensamiento libre
la calma de lo ayer pisado
una esencia, una idea sublime
por ti hoy renacen las cenizas
se vuelven blancos todos los grises
digo adiós a un pasado terco
dejo fluir en mi, nuevos matices
me despido de ti dolencia
aunque me acompañaste en mi silencio
abro ventanas, no cierro puertas
vivo lo real de cada sueño...
Gracias por recordarme
que no todos los poemas
son palabras tristes
que la soledad puede cambiarse
que es mi decisión y que de mi depende
la felicidad.
Te amo
"No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo"
"En mis relaciones siempre hay una maravillosa armonía. La persona a quien ahora busco también me busca"
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Los 7 hábitos de AMOR
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Los 7 hábitos de AMOR
Los siete hábitos mortales
Muchas personas tenemos estos 7 hábitos mortales, sin darnos cuenta de ello:
1. Castigar
2. Quejarse
3. Culpar
4. Amenazar
5. Perseguir
6. Criticar
7. Sobornar
Estos hábitos conducen a que la mayor parte de sus problemas emocionales estén directamente vinculados con el hecho de que usted ha aprendido a tratar de controlar a las personas que lo rodean. Aprendemos esos hábitos en nuestra infancia de maestros, padres, abuelos y otros.
EJEMPLO:
Limpia la habitación, sino, no hay televisión para ti esta noche (castigo).
Esas galletas que preparé serán para ti cuando todo esté limpio y ordenado. (soborno).
Después de pasar años expuesto a esta forma de manipular, finalmente comienza a utilizarla también. Probablemente se limpiará la habitación, pero no quedará una buena relación.
El problema práctico de tratar de controlar a otros es que, cada vez que usted cumple, soborne, se queje, critique, castigue o amenace a alguien, encontrará resistencia, le responderán, lucharán; de hecho la ignorarán, mentirán, harán las cosas a escondidas o acudirán a un millón de medios, para hacer que usted retroceda. Es simplemente la naturaleza humana.
Estamos genéticamente programados para resistir cuando alguien nos trata de obligar a hacer algo que no queremos. Tal vez sea más pronunciado en una persona que en otra, pero a menos que usted reconozca lo que está haciendo y aprenda a buscar lo que desea en una relación, sin tratar de controlar a los demás, todas sus relaciones se convertirán en una lucha por el poder que harán sufrir a todos los involucrados.
EN CONTRAPOSICION…
LOS 7 HÁBITOS DE AMOR DE LAS PERSONAS REALMENTE FELICES
La mejor manera de eliminar los 7 hábitos mortales es reemplazarlos con los 7 hábitos de amor:
1. Apoyar
2. Estimular
3. Escuchar
4. Aceptar
5. Confiar
6. Respetar
7. Negociar las diferencias.
Pareciera fácil, ya que lo único que uno necesita hacer es aceptar a la gente tal como es. Pero, al igual que muchas cosas valiosas en la vida, los hábitos del amor son más difíciles de poner en práctica de lo que uno podría imaginar, especialmente si representan la personalidad que usted se ha formado. Algunos aspectos que pueden ayudar:
Hágase un análisis realista:
¿Tiene usted los 7 hábitos mortales?
¿Cómo le habló esta mañana a la gente con quien vive? ¿Las estimuló a realizar lo que habían planeado para el DIA?
Escuche con atención: Trate a las personas como si ellos fueran sus mejores amigos. Escuche cada palabra, busque el tiempo para sentarse con las personas y realmente prestarle atención sin distraerse con teléfonos celulares o las exigencias de otras personas.
Visualice su nuevo yo: Haga una imagen mental de usted como una persona que practica los 7 hábitos de amor.
Consérvela en la mente y acuda a ella cuando esté hablando con sus seres queridos, para ver si está actuando como una persona que sabe dar amor.
Haga la pregunta adecuada: En el instante en que surge la necesidad de culpar, quejarse, criticar, insistir, amenazar, castigar o sobornar, antes de decir nada, deténgase y pregúntese ¿Es esto realmente importante?
Acepte la realidad: Uno debe comprender que la única persona que puede cambiar es uno mismo. Cuando usted tiene una diferencia con una persona que es importante en su vida, negocie.
Escoja un modelo: Cuáles son las personas a las que admira más, pregúntese que harían ellas antes de reaccionar con uno de los 7 hábitos mortales.
Escriba sobre sus experiencias: Haga un diario, lo que le ayudará a atravesar la transición y ver sus progresos.
LOS 7 HÁBITOS MORTALES vs. 7 HÁBITOS DE AMOR
CONVIERTA:
Culpar - Aceptar
Sobornar - Estimular
Quejarse - Escuchar
Criticar - Respetar
Perseguir - Solucionar diferencias
Castigar - Apoyar
Amenazar - Confia
¿Quièn soy?
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En el principio vivì momentos en la vida, donde me maravillè, y me horroricè. Caminè por lugares que jamás soñé; amè, dejè, me dejaron, discriminè... y aborrecida de todo me refugié en mí misma, y luego me enfoquè hacia dentro. Busqué en mis ojos, en mis cabellos, en mis manos, en mis brazos, en mi sangre, en mis piernas, en mis genitales, y hasta en mi corazón, pero no encontré nada que me hiciera sentir superior o inferior. Solamente me sentí yo misma. Y comprendí que nadie más que yo, podía retomar el camino andado y aceptar lo que es y lo que no.
Luego salí de nuevo al mundo, y reí y lloré, clamé por dentro y por fuera, hablé con todos y con nadie, verifiqué mis opciones, tropecé y caí. Me enderecé, y regresé a mi lugar. Despuès acostada en mi cama, le pregunté a Dios ¿Quién soy? ¿què hago aquí? Y solamente recibí el silencio más absoluto, pero cuando cerré mis ojos, pude soñar con mi vida, y lo que puedo llegar a hacer si me lo propongo. Reí, y me reacomodé en mi interior. Acaricié mi alma y mi corazón. Me dije que nadie puede hacerme sentir lo que no quiero, y mi alma y mi corazón siempre fueron los motores de mis enseñanzas. Perdoné y meditè nuevamente. Di un paso y otro; comprendí que estoy viva, y que cometo errores a cada momento. Me pregunté por què amargarme la vida, si yo solamente creo mis barreras y hasta me creo mis fantasías.
Pero me puse de pie bajo el sol, y me pregunté si los demás sentían el mismo calor que yo, y mi respuesta fue: SÍ! Y me puse de pie bajo la luna y las estrellas, y me pregunté si ellos sentían la misma melancolía que yo, y mi respuesta fue: SÍ. Y en ése momento me di cuenta que aquí bajo el cielo sentimos lo mismo."Eres lo peor de lo peor, eres nula, no sirves para nada, eres una molestia, ¿Por qué has nacido? ¿No sabes hacer nada bien?", y miles de cosas más me dijeron y opinaron sobre mí; y yo les dije: Por favor Demuéstrenmelo.
Y todos se miraron... algunos susurraron cosas sin sentido, porque sabían que yo era mejor, y me di cuenta que el mejor es el ciervo de todos, porque tiene la capacidad de hacer para muchos, o para pocos, pero tiene la capacidad.Y se miraron y callaron porque nadie podía decirme lo contrario; e igualmente hablaron a mis espaldas, pero ya nadie me podía decir quien era yo. Y me pregunté nuevamente: ¿Por qué quise despedirme antes de tiempo? ¿Por qué todo salía mal, por qué nadie me quería, o me amaba, por qué todos opinaban lo menos alegre? Y algo dentro de mi me dijo: Porque así lo decidiste. Y comprendí que las decisiones son mías. Y colgué mi traje lleno de golpes en un perchero viejo y lo dejé allí para que se pudriera con el tiempo.
Regresé desnuda, y elegí mi nueva piel."¡Como si fuese tan fácil!" pensé primero. Pero el primer paso era mío, y comprendí que tenía poder, y que mi poder me podía hacer cambiar, porque soy la dueña de éste momento en la vida. Y sonreí. Me puse de pie debajo del sol y hablè con Buddha, y entendí por qué la vida merece ser vivida. Toqué mi corazón y aunque estaba dolido, ciertamente se sentía bien. Era mi momento y aún estaba de pie; y era yo, nadie más que yo. Porque todos cayeron a mí alrededor, y aunque estaba sola, aún estaba de pie, y el cielo admiró mi valor porque así lo sentí en mi alma.
Sonreí y me dije: soy valiente. Alguien me respondió: SÍ. Solamente: SÍ. Volteé y seguí mi camino. Y aunque aún estoy golpeada, aún digo quien soy, y no me apabullan porque me descubrí y sólo hay silencio. Y descubrí, que no tenía que ser agresiva para demostrar que tengo valor, sino quedarme allí, para que vean como sigo firme, y ver sus rostros incrédulos. Después todos se preguntaron ¿Quién es ésa que se atreve a desafiar lo que pensamos de ella?
Y dije: Yo, soy yo. Y grité: ¡YO, SOY LO QUE SOY! Y todos corrieron a esconderse de mi presencia para inventarse nuevos discursos truncados en mi contra. Y sonreí una vez más, porque ahora sabía como caminar. Supe de mi valor y de mi pasión por seguir. Cerré mis ojos y agradecí por una nueva oportunidad. Y seguí mi camino...
A M A R
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Tú no sabes amar; ¿acaso intentas darme calor con tu mirada triste? El amor nada vale sin tormentas, ¡sin tempestades... el amor no existe para ti!
Y sin embargo ¿dices que me amas? No, no es el amor lo que hacia mí te mueve: el Amor es un sol hecho de llamas, y en los soles jamás cuaja la nieve.
¡El amor es volcán, es rayo, es lumbre, y debe ser devorador, intenso, debe ser huracán, debe ser cumbre... debe alzarse hasta Dios como el incienso!
¿Pero tú piensas que el amor es frío? ¿Que ha de asomar en ojos siempre yertos? ¡Con tu anémico amor... anda, bien mío, anda al osario a enamorar los muertos!
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**Anita**
EL ORIGEN DEL MIEDO
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EL ORIGEN DEL MIEDO
El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro. Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente? peligro, estoy amenazada. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo? miedo, por supuesto. El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación, al exterminio. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones. Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente. OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo? una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia. Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora. La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egoista. Si no deseas crear más dolor para ti misma ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo? DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida. Di siempre «sí» al momento presente. ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO. La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla. Estar identificada con la mente es estar atrapada en el tiempo. Vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones. Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay. ¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser. ¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto? Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora. La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.
"No recuerdo tristezas, ni llantos, ni penas, ni dolores, ni siquiera recuerdo silencios oscuros, solo tengo de ti, tu sonrisa y tu bello estar conmigo" Anita
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RELACIONES DE AMOR-ODIO
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